Éstas son las enfermedades que puedes prevenir si duermes bien
Estudios científicos revelan su impacto en la salud cardiovascular, la memoria y el rendimiento

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El pasado 14 de marzo se celebró el Día Mundial del Sueño, una iniciativa promovida por la World Sleep Society para destacar la importancia del descanso en nuestra vida diaria. El sueño es un proceso esencial que permite al cuerpo y la mente recuperarse del desgaste diario. Dormir bien no solo ayuda a mantener una buena salud física y mental, sino que también mejora el rendimiento cognitivo y la calidad de vida. La falta de descanso adecuado puede tener consecuencias graves, desde una menor concentración y bajo estado de ánimo hasta un mayor riesgo de enfermedades crónicas.
Uno de los aspectos más estudiados en la ciencia del sueño es su relación con la salud cardiovascular y metabólica. Investigaciones realizadas por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) han demostrado que la privación del sueño puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardíacas. Durante el sueño, el organismo regula la presión arterial y libera hormonas esenciales que ayudan a la reparación celular y a la regulación del metabolismo. Cuando no se duerme lo suficiente, los niveles de cortisol aumentan, generando estrés y dificultando el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
El segundo estudio destacado se centra en la salud mental y el rendimiento diario. Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), la falta de sueño afecta la memoria, la capacidad de concentración y la toma de decisiones. No descansar adecuadamente también puede alterar el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo que incrementa el riesgo de padecer ansiedad y depresión. Además, la somnolencia diurna puede afectar el rendimiento académico y laboral, aumentando la posibilidad de errores y accidentes.
Su importancia en la prevención
Por último, el sueño juega un papel clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. Un estudio del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) revela que el sueño profundo facilita la eliminación de sustancias tóxicas del cerebro, incluyendo la beta-amiloide, una proteína relacionada con el desarrollo del Alzheimer. Este proceso de limpieza cerebral ocurre principalmente durante la fase de sueño profundo y es fundamental para la prevención del deterioro cognitivo.
Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad biológica que influye en nuestra salud general y bienestar. Para mejorar la calidad del sueño, los especialistas recomiendan establecer horarios regulares para acostarse y despertarse, evitar la exposición a pantallas antes de dormir, y reducir el consumo de cafeína y otros estimulantes en la noche. Asimismo, mantener un ambiente adecuado para el descanso, con una temperatura confortable y sin ruidos molestos, puede contribuir a un sueño más reparador.
El Día Mundial del Sueño nos recuerda que el descanso es un pilar fundamental para la salud física y mental. Adoptar buenos hábitos de sueño no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce el riesgo de enfermedades y favorece un mejor rendimiento en nuestras actividades diarias. Priorizar el descanso es invertir en salud y bienestar a largo plazo.