Dormir poco es malo para personas asmáticas

Si la falta de un sueño reparador es mala para cualquiera, en el caso de las personas asmáticas el problema tiene dos caras. Por una parte, dormir poco o mucho podría empeorar los ataques de asma. Por otro lado, el asma impacta directamente en el sueño ya que los ataques de asma ocurren principalmente por la noche. En los niños asmáticos dormir poco y mal puede causar retrasos de crecimiento. ¿Pueden mejorar su calidad de sueño las personas asmáticas? Aquí lo investigamos.

Consecuencias de dormir poco o mucho en personas asmáticas

• Cinco o menos horas de sueño, o más de 9 horas, pueden aumentar la frecuencia y severidad de los ataques de asma.
• Mayor cantidad de días inactivos y necesidad de atención médica.
• Empeoramiento de los síntomas en adolescentes y adultos.
• Fatiga, somnolencia diurna y estrés.
• El asma aumenta el riesgo de padecer apnea del sueño. En consecuencia, las personas asmáticas pueden padecer más interrupciones del sueño y despertares forzados, lo que equivale a dormir poco y mal.
• En niños asmáticos la mala calidad del sueño está asociada a problemas de crecimiento, bajo rendimiento escolar, ansiedad y depresión.

¿Por qué es peor el sueño en personas asmáticas?

Los ataques de asma son más frecuentes durante la noche. Esto se debe a diferentes mecanismos, como la variación del diámetro de los bronquios o la disminución de los niveles de hormonas de acción antiinflamatoria. El empeoramiento nocturno de los síntomas está asociado a la higiene del sueño.

Por otra parte, dormir poco o mal en las personas asmáticas suele indicar un pobre control de la enfermedad. Por ello, si es tu caso, te recomendamos en primer lugar seguir puntualmente las indicaciones de tu médico para tratar el asma.

Estrategias para mejorar la calidad del sueño

Si llevas un buen control de tu enfermedad, pero igual padeces problemas para dormir, sigue estas estrategias:

• Adopta una rutina para la hora de ir a dormir. Tomar una ducha, leer, tener horarios regulares para acostarse y levantarse puede ayudar.
• Realiza actividad física regular para aumentar la capacidad respiratoria. Siempre realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento, y aumenta gradual y lentamente la intensidad del ejercicio.
• Aprende y practica ejercicios de respiración. Esto es muy importante para los niños, a quienes también se debe capacitar en ejercicios de relajación antes de dormir.
• Crea y mantén un ambiente saludable, libre de humo, polvo y ácaros.
• Utiliza fundas anti polvo y prefiere almohadas o colchones sintéticos.
• Ventila las habitaciones al menos 10 minutos por día y evita sobrecalentar el ambiente.
• Utiliza una almohada más alta.
• Evita el café y la luz azul de los dispositivos móviles y pantallas.

Si alguna persona de tu entorno con asma duerme poco ayúdala con estos consejos. ¡Te lo agradecerá!