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Dejar las tareas para el final empeora la salud: descubre sus causas

Si eres de esas personas que constantemente procrastinan, es decir que postergan las obligaciones para lo último, probablemente te interese saber por qué dejar las tareas para el final empeora la salud y es conveniente evitarlo.

Normalmente tenemos tendencia a retrasar o incluso rechazar aquello que no nos agrada. Pero este mecanismo de defensa ante los compromisos no deseados puede ser un pésimo consejero diario.

¿Por qué dejar las tareas para el final empeora la salud?

Según un estudio realizado por universidades suecas y publicado en Journal of the American Medical Association, aplazar obligaciones puede ser el disparador de una variedad de problemas tanto de orden físico como mental.

Para el informe, los científicos analizaron la conducta de unos 3.000 estudiantes universitarios locales, intentando establecer una relación directa entre la procrastinación y su calidad de vida, específicamente respecto a la salud.

Consultados para la investigación, los voluntarios debieron responder algunas preguntas de su comportamiento enfocándose en qué tan a menudo dejan sus tareas para el final y qué sintomatologías suelen experimentar.

Considerando estos datos y la propia información obtenida a través de chequeos médicos para la ocasión, pudieron descubrir los científicos que niveles elevados de procrastinación provocan diversas afecciones.

Las consecuencias de retrasar los compromisos

Entre los síntomas más comunes aparecen los episodios de estrés, ansiedad e incluso depresión, acompañados muchas veces de dolor agudo en las extremidades superiores, sin obviar el mayor consumo de alcohol y tabaco.

Es decir, independientemente de cuáles fueran las causas de la procrastinación, se evidencia la asociación entre un estilo de vida poco o nada saludable y esa inclinación a esquivar los problemas en lugar de ir y solucionarlos.

¿Por qué procrastinamos?

Mucho menos fácil es responder a la pregunta de por qué procrastinamos, algo que los estudiosos vienen analizando desde hace ya varias décadas, en las que este fenómeno se ha ido agravando con los años.

Hay consenso en la comunidad científica, por los estudios llevados a cabo, de que dejar las tareas para el final produce cierta clase de adicción en los individuos, que se acostumbran a ello y se vuelven menos resolutivos.

Mientras que caer en la procrastinación no es extraño, ya que convivimos con múltiples distracciones y placeres efímeros que obstaculizan estar pendientes de las obligaciones, abandonar esta práctica puede ser muy difícil.

¿Cómo evitar postergar todo para lo último?

Factores como la falta de motivación o el miedo al fracaso funcionan como disparadores de este comportamiento, por lo que si quieres cambiar tu conducta puede ser necesario que consultes a un profesional en la temática.