Conductores

Aviso importante a todos los españoles: piden llevar siempre un par de calcetines y cinta aislante en el coche por este motivo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con la llegada de las bajas temperaturas, las primeras heladas comienzan a ser un problema para los conductores de toda España. En especial, para aquellos que deben aparcar su coche en la calle, ya que la formación de hielo en los retrovisores exteriores dificulta la visibilidad y, por ende, se puede convertir en un verdadero peligro si no se soluciona. Afortunadamente, existe una técnica muy sencilla que se ha hecho viral por su efectividad: el uso de calcetines y cinta aislante.

Los retrovisores son una parte fundamental de la seguridad en la conducción. Sin embargo, durante los meses de invierno, es habitual que el hielo se acumule en las superficies exteriores del vehículo, incluyendo los retrovisores. Esta capa de hielo no solo impide que veamos correctamente, sino que puede llegar a romper o dañar el espejo. Es por ello que protegerlos es la mejor estrategia para evitar problemas.

El truco de los calcetines y la cinta aislante para proteger los retrovisores

El uso de los calcetines es una idea que ha ganado popularidad entre los conductores, especialmente en aquellos lugares donde las temperaturas bajo cero son habituales. Los pasos a seguir para poner en práctica este truco son los siguientes:

  1. Selecciona un par calcetines grandes para que cubran por completo los retrovisores.
  2. Coloca el calcetín sobre el retrovisor exterior, asegurándote de que quede bien ajustado. Debe cubrir toda la superficie del espejo, dejando el borde de la puerta libre para evitar que la prenda quede atrapada.
  3. Para mantener el calcetín en su lugar y asegurarte de que no se deslice durante la noche, utiliza un trozo de cinta aislante. Puedes ponerla alrededor del borde del calcetín o en la parte inferior del retrovisor para que quede bien fijada.

La idea es que, durante la noche, los retrovisores estén protegidos de las bajas temperaturas y, por lo tanto, no se forme hielo en ellos. Al día siguiente, cuando vayas a ponerte al volante, simplemente retiras el calcetín y la cinta aislante, ¡y listo!

La principal ventaja de este truco es que para ponerlo en práctica sólo necesitas un par de calcetines y un poco de cinta aislante, los cuales seguro tienes en casa. Además, al evitar que se forme una capa de hielo, también se evita el riesgo de dañar los retrovisores al rasparlos con herramientas inadecuadas. Los retrovisores son frágiles, y aplicarles demasiada presión o utilizar objetos metálicos puede romper el cristal o dañarlo de manera irreversible.

El hielo en los retrovisores puede comprometer la visibilidad, lo que es fundamental para conducir con seguridad. Al mantener los retrovisores libres de hielo desde el principio, te aseguras de tener una visión clara y nítida, lo que reducirá el riesgo de accidentes o problemas durante la conducción.

Si prefieres una solución más profesional, puedes optar por productos anticongelantes que se aplican directamente sobre los retrovisores. Estos productos crean una capa protectora que evita que el hielo se adhiera a la superficie.

Consejos de la DGT para conducir en invierno

La conducción en condiciones invernales puede ser un desafío, ya que factores como la nieve, el hielo, la niebla, la lluvia y el viento afectan la visibilidad y la adherencia de los neumáticos.

La niebla es uno de los peores enemigos de la visibilidad durante la conducción, ya que puede reducir la visión de un conductor a tan solo unos pocos metros por delante de su vehículo.Para conducir de manera segura en estas condiciones, es importante seguir algunas pautas. En primer lugar, se debe encender el alumbrado adecuado a la intensidad de la niebla, utilizando luces de corto alcance y, si es posible, las antiniebla tanto delanteras como traseras. Además, es fundamental reducir la velocidad y adaptarla a la visibilidad existente, de manera que siempre se pueda detener el vehículo dentro de ese campo de visión. Otro consejo es evitar los frenazos bruscos; siempre que sea necesario frenar, debe hacerse de forma suave y progresiva para evitar la desestabilización del vehículo.

En caso de encontrarse con nieve, es recomendable reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con los demás vehículos. Además, siempre que sea posible, se debe intentar circular por las huellas dejadas por otros vehículos, ya que esas áreas suelen tener menos acumulación de nieve. Si se circula en pendientes ascendentes, es aconsejable utilizar la marcha más larga para evitar patinazos.

La lluvia es el fenómeno más frecuente en condiciones invernales, y afecta principalmente a la adherencia de los neumáticos. Cuando el asfalto está mojado, la distancia de frenado aumenta, lo que puede dificultar la capacidad de detener el vehículo a tiempo. Para garantizar una buena visibilidad, es imprescindible que los limpiaparabrisas, las luces de cruce y la calefacción estén en buen estado de funcionamiento. También se debe circular con las luces de cruce encendidas, incluso durante el día, para aumentar la visibilidad.