Palo definitivo de la DGT: la tabla de las nuevas multas que llegan por consumo de alcohol
En 2024, fallecieron 1.154 personas y 4.634 resultaron heridas graves en las carreteras españolas. Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, calificó esta situación como «inaceptable» durante una rueda de prensa, señalando la urgencia de implementar medidas contundentes para reducir esta «sangría». Aunque todavía no se dispone de todos los datos para analizar el impacto del alcohol y las drogas en los accidentes de 2024, los resultados de 2023 reflejaron que el 53,6% de los conductores fallecidos dieron positivo en alcohol, drogas, psicofármacos o una combinación de estas sustancias.
Para enfrentar esta situación, la DGT ha propuesto un cambio normativo para reducir el límite permitido de alcohol en sangre de 0,5 gramos por litro (gr/l) a 0,2 gr/l, un nivel tan bajo que, en la práctica, equivale a una tolerancia cero. Según el director de la DGT, Pere Navarro, esta iniciativa busca un impacto directo en la reducción de la siniestralidad vial. La propuesta, aún en fase de aprobación, promete transformar a España en uno de los países más restrictivos de Europa.
Qué significa una tasa de 0,2 gr/l
La propuesta de reducir el límite a 0,2 gr/l busca eliminar cualquier margen que permita el consumo previo a la conducción. En países como Suecia, Polonia y Estonia, donde ya se aplica este límite, se ha registrado una disminución significativa en los accidentes relacionados con el alcohol. Aunque España ha mantenido un límite de 0,5 gr/l desde 1999, las cifras recientes evidencian que esta permisividad no ha sido suficiente para combatir el problema.
El nuevo límite propuesto por la DGT, aunque no representa un 0,0 absoluto, es tan estricto que, en la práctica, impide consumir cualquier bebida alcohólica antes de conducir. Una mujer con un peso promedio de entre 50 y 70 kg no podría consumir ni un tercio de cerveza sin superar este umbral. Los hombres, con un peso de entre 70 y 90 kg, tendrían un margen algo mayor, pero igualmente limitado. De hecho, según los datos del Ministerio de Sanidad, metabolizar el alcohol presente en un tercio de cerveza puede tardar hasta dos horas y 50 minutos en el caso de una mujer y una hora y 45 minutos en el de un hombre.
«El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que altera tanto la aptitud como la actitud para conducir e incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico. En su primera fase, produce un efecto euforizante, que da lugar a pérdida de control, disminuye la percepción del riesgo, modifica el comportamiento y deteriora la función psicomotora, todo ello altera la capacidad para conducir un vehículo», advierte la DGT.
Sanciones
Con la nueva normativa, las multas también serán más severas. Actualmente, las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol varían dependiendo de la tasa registrada y de si el conductor es novel, profesional o cuenta con más de dos años de experiencia.
Por ejemplo, para los conductores experimentados, superar los 0,25 miligramos por litro de aire espirado (aproximadamente 0,5 gr/l de alcohol en sangre) implica una multa de 600 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet. Si la tasa excede los 0,50 mg/l, la multa se eleva a 1.000 euros y seis puntos. En casos extremos, cuando se superan los 0,60 mg/l, se contempla la retirada del carnet de uno a cuatro años, así como penas de prisión o trabajos en beneficio de la comunidad.
Con el nuevo límite de 0,2 gr/l, las sanciones serán aplicables desde tasas muy bajas, lo que podría implicar multas de hasta 1.000 euros para los reincidentes, incluso si la cantidad consumida parece insignificante.
Comparativa con otros países europeos
La reducción del límite de alcohol al volante no es una medida sin precedentes. En Europa, países como Hungría, Rumanía, Chequia y Eslovaquia ya aplican una tasa de 0,0 gr/l para todos los conductores. Estos países han registrado mejoras notables en la seguridad vial, aunque también han enfrentado retos en la implementación y aceptación de estas políticas.
Por otro lado, países como Suecia y Polonia han adoptado un enfoque similar al que plantea la DGT, con un límite de 0,2 gr/l. Este nivel permite cierta flexibilidad para evitar conflictos legales derivados de falsos positivos, pero sigue siendo suficientemente restrictivo como para disuadir el consumo de alcohol antes de conducir. En comparación, España se convertiría en uno de los países más estrictos de Europa, abandonando su posición actual como uno de los más permisivos.
La propuesta de la DGT de reducir el límite de alcohol en sangre a 0,2 gr/l representa un paso firme hacia la disminución de los accidentes de tráfico en España. Si bien la medida podría generar cierta controversia, los datos respaldan su eficacia potencial para salvar vidas. Al alinearse con las políticas más estrictas de otros países europeos, España busca marcar un antes y un después en la lucha contra el alcohol al volante. En un contexto donde la seguridad vial es una prioridad, esta iniciativa podría ser el cambio necesario para reducir la siniestralidad y promover una cultura de responsabilidad en las carreteras.