4 consejos para nadar mejor
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Como en cualquier deporte, en la natación también se requiere una buena técnica para conseguir mejores resultados y ser más eficientes en el agua. A esta técnica también se le debe sumar un adecuado manejo de la respiración. Gracias a la combinación de estos dos elementos tardaremos más en fatigarnos y el esfuerzo que realicemos será más intenso. A continuación te damos 4 consejos para nadar mejor.
Ejercicios de corrección
Cada mil metros que hagamos en la piscina realizaremos unos ejercicios de corrección, que nos permitirán mejorar en distintos aspectos de nuestra técnica. Gracias a ellos será posible corregir y mejorar una serie de puntos concretos, como puede ser la altura a la que se eleva el codo cuando nadamos a crol. Cuanto mejor sea la técnica en este estilo, más fácil nos resultará el trabajo en el resto de modalidades.
Más rapidez y menos energía
Está claro que cuando trabajamos la técnica es porque algo no funciona bien o no lo realizamos de la manera correcta. Este entrenamiento nos exigirá un sobrefuerzo, porque estamos variando la forma de ejecutar un movimiento. Cuando se vayan corrigiendo los defectos con el paso de los días el resultado será más positivo. Conseguirás deslizarte con más facilidad por el agua y serás más eficiente a la hora de avanzar. Esto se traduce en un menor gasto de energía y más rapidez al nadar.
Lo de menos, la cantidad de metros
Lo importante cuando nos metemos en una piscina a nadar es que nos sintamos cómodos y disfrutemos con el entrenamiento. De poco nos servirá realizar muchos kilómetros a diario si los hacemos con una técnica inadecuada. Nos acabaremos cansando con más facilidad y el gasto de energía será más elevado. Sólo se puede aceptar un gasto extra de las fuerzas cuando se produce un incremento en las patadas o en la brazada.
Aspectos a cambiar para mejorar
Hay una serie de cambios que deberías introducir en tu dinámica de entrenamientos en la piscina. En primer lugar te recomendamos que cuando te impulses después de tocar la pared no respires en esa primera brazada para que no se pierda velocidad. Procura realizar las mismas distancias que antes pero con menos brazadas. Así conseguirás un mejor apoyo en los movimientos. Recuerda que es preciso empezar con suavidad las brazadas y cuando nos aproximemos al final del recorrido acelerar. La mayoría de los nadadores son partidarios de realizar muchos ‘largos’ en la piscina, pero de vez en cuando viene bien ejercitar la velocidad. De esa manera estarás preparado para soportar un cambio de ritmo cuando te tengas que enfrentar a un rival o a una competición. En cualquier estilo en el que practiques, lo más lógico es que extiendas lo máximo que puedas los brazos para abarcar una mayor superficie de agua.
Con todos estos consejos serás capaz de recorrer la misma distancia de antes pero con un menor consumo de energía, sacándole una mayor eficacia a tu forma física. Recuerda que cuanto más ejercites la técnica, mejores serán los resultados y eso le encanta a todo el mundo.