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3 comportamientos que arruinan tus entrenamientos

Realizar una actividad deportiva con éxito requiere constancia y dedicación. Si uno mismo no se compromete con lo que hace, posiblemente no consiga llegar muy lejos. En ocasiones puede verse como algo imposible alcanzar los objetivos y metas que nos marcamos, pero si no se intenta nunca lo sabrás. En este artículo te mostramos los 3 comportamientos que arruinan tus entrenamientos.

1-Estancarse y establecerse en la zona de confort

Es importante que siempre nos tomemos la actividad deportiva como un desafío, que nos lleve a mejorar cada día un poco más. Pero esto no supone que tengamos que trabajar a grandes intensidades o dedicarle varias horas al día a la sesión preparatoria. Lo que proponemos es salir de la zona de confort, en la que nos encontramos tan a gusto. Por eso es aconsejable incrementar el número de repeticiones y de peso en el gimnasio, correr más kilómetros y más velocidad, reducir el tiempo de descanso entre una serie y otra, etc.

Son aspectos muy básicos que permitirán que el cuerpo no se estanque y le exigirán algo más de esfuerzo. Nunca hay que conformarse con lo que tenemos, así que empieza desde ya a ponerte las pilas.

2-Decantarse por el peso en lugar de la técnica

Lo primero que nos debe preocupar a la hora de realizar pesas es la técnica, la forma con que ejecutamos un ejercicio. Una vez que sepamos hacerlo correctamente será el instante de meterse con la carga. Hay mucha gente obsesionada con levantar el mayor peso posible, aunque eso vaya en detrimento de la técnica. Es conveniente que uno se marque nuevos objetivos, pero siempre que se hagan con los métodos correctos. A la hora de realizar pesas o cualquier otro ejercicio, lo más efectivo es cuando la actividad se efectúa a través de todo el rango de movimiento, como puede ocurrir al hace abdominales o sentadillas.

3-Poner cualquier excusa para no entrenar y además creérsela

Después de un día muy largo de trabajo, compromisos y tareas, apenas nos quedarán fuerza para entrenar. Cualquier excusa resulta válida cuando no hay ganas de ejercitarse. El día que no es el tráfico, el calor, la lluvia o una lesión, es cualquier otra cosa. Aunque te cueste levantarte del sillón, lo mejor es que empieces a hacer ejercicio a primera hora de la mañana para quitarte de encima esta ‘obligación’.

Es aconsejable que te tomes la actividad física como una rutina, no como algo obligatorio, ya que de lo contrario no dudarías mucho tiempo en el gimnasio.

Si realmente eres una persona de palabra, empieza por cumplir tus metas. Una vez que te marques un objetivo no lo dejes a medias y esfuérzate por materializarlo. Ya no valen más excusas. Piensa que hay otras personas con menos tiempo libre que tú que también van a entrenar. Seguramente que alguna  vez te has sentido identificado con estos errores que hemos recogido, pero en tu mano está la posibilidad de darle un giro a la situación.