Así ayudan las nuevas tecnologías en Urgencias

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Una aplicación podría controlar a los pacientes con un traumatismo craneoencefálico (TCE) en el domicilio.

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Hace dos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba el informe ‘Ethics and governance of artificial intelligence for health’ (ética y gobernanza de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud), en el que reconocía las grandes posibilidades de la inteligencia artificial para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo, siempre que no se usara indebidamente.

Los departamentos de urgencias y los servicios relacionados, como las unidades de cuidados intensivos y los despachos médicos de emergencia, han estado recientemente en el centro de atención debido a la pandemia de COVID-19. La fragilidad del sistema de emergencia ha quedado expuesta por servicios saturados, largos tiempos de espera y personal exhausto que lucha por responder a situaciones excepcionales. Incluso en épocas de actividad regular, los esfuerzos nacionales para mejorar los tiempos de espera y optimizar la vía de atención médica para los pacientes han subrayado la necesidad de reconsiderar el sistema de emergencia. De hecho, el número de visitas al servicio de urgencias en todo el mundo ha aumentado más rápido que la tasa de crecimiento demográfico en las últimas décadas, como documentan algunos estudios. 

Las causas identificadas del aumento de la asistencia a los servicios de urgencias incluyen visitas no urgentes, escasez de personal y reducciones repetidas de cama. Los efectos negativos del hacinamiento en los servicios de urgencias incluyen el impacto en varios resultados orientados al paciente, como la mortalidad, las tasas de complicaciones, el tiempo hasta el tratamiento, la satisfacción y la duración de estancia. 

Además, el hacinamiento en los servicios de urgencias se ha identificado como un importante factor de estrés para los profesionales de la salud, lo que provoca agotamiento y errores médicos, como documenta un ensayo.  Hasta ahora, las soluciones y los esfuerzos se han centrado principalmente en mejorar el flujo de trabajo del paciente dentro del servicio de urgencias; sin embargo, un enfoque más integral parece más eficaz. Las soluciones proporcionadas por la inteligencia artificial (IA) podrían ser uno de los pilares de una mejora en todo el sistema para la medicina y los servicios de emergencia.

El campo en auge de la IA

Entre esas posibilidades destacan mejorar la velocidad y la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades, facilitar la atención clínica, reforzar la investigación en el ámbito de la salud y el desarrollo de medicamentos y apoyar diversas intervenciones de salud pública, como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y la gestión de los sistemas de salud, además de permitir que los pacientes tuvieran un mayor control de su propia atención de salud y comprendieran mejor la evolución de sus necesidades. Hoy, algunos de esos usos ya están en marcha, y hay un área en la que los expertos prevén un gran salto adelante: las Urgencias de los hospitales.

Oriol Yuguero, investigador del eHealth Center de la UOC, responsable del grupo de investigación ERLab, investigación en urgencias y emergencias del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) y jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitari Arnau de Vilanova (Lleida), la salud digital aclara en un comunicado:»Tiene que ayudarnos a optimizar los recursos que tenemos y facilitar el empoderamiento de los pacientes». Añade que el objetivo es mejorar los circuitos asistenciales y permitir llegar a lugares remotos donde a veces las comunicaciones son difíciles. Principalmente se trata de ganar tiempo y mejorar el confort. Además, existen cada vez más programas basados en la inteligencia artificial que ayudan a los pacientes a escoger el mejor recurso para su urgencia.

Esas aplicaciones ya son en parte una realidad. Una muestra de ello es, por ejemplo, el caso de las urgencias en Cataluña. Cuando un paciente es atendido por el Sistema de Emergencias Médicas, se realiza un preinforme digital que los médicos del hospital pueden consultar antes de que llegue el enfermo y, de esta forma, tener acceso a información de primera mano del momento más agudo. «Eso mejora la organización del equipo que atenderá al paciente y ayuda a preparar los recursos que serán necesarios», indica Yuguero.

También existen ya aplicaciones que permiten hacer el seguimiento de pacientes en el domicilio tras el alta en Urgencias, al igual que hay herramientas basadas en la inteligencia que ayudan a detectar fragilidad en pacientes que acuden a los servicios de emergencias y así programar seguimientos en el domicilio. «De hecho, en los próximos años habrá más recursos», afirma el experto.

Es lo que dicen también las cifras relacionadas con la inversión en salud digital. Según un informe de la firma de inteligencia y asesoría de mercado Mordor Intelligence, la inteligencia artificial en el mercado de la medicina se valoró en 4.490,3 millones de dólares en 2020 y se espera que alcance los 34.882,58 millones de dólares en 2026, lo que supone un crecimiento del 39,8 % durante el período de pronóstico (2021-2026).

Control desde casa 

Entre las nuevas tecnologías que ya se están desarrollando y se espera que se pongan pronto en marcha se encuentra una aplicación con la que se podría controlar a los pacientes con un traumatismo craneoencefálico (TCE) en el domicilio. «En el IRBLleida, estamos trabajando en esa aplicación, con la que esperamos evitar la observación del paciente en Urgencias, mejorar su comodidad y prevenir la aparición de complicaciones como el delirium. Si esta iniciativa funciona, será muy importante porque los TCE en gente mayor son muy frecuentes», explica Yuguero.

Otra aplicación expuesta que se espera poder desarrollar para reducir las cifras de mortalidad por parada cardiorrespiratoria, son drones con desfibriladores que puedan iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de que llegue cualquier recurso humano.

Además, los expertos creen que en los próximos años habrá un importante aumento de tecnologías basadas en la inteligencia artificial con las que el paciente tendrá acceso a mucha información y podrá tomar decisiones relacionadas con su salud de forma más acertada. Sin embargo, eso también conllevará que estas aplicaciones y tecnologías tengan mucha información de los pacientes, por lo que, es necesaria una buena regulación para asegurar el uso adecuado de esta información y evitar el mal uso, en opinión del experto.

 

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