Indignación es lo que siente Javier Cárdenas, ante la noticia del robo en el banco de alimentos de Segovia, algo de primera necesidad y de ayuda humanitaria para las familias que pasan dificultades. Indignación de que haya gentuza que se dedique a llevarse este esfuerzo, de gente anónima la mayoría, para que otros tengan un plato de comida en su casa. Es de cárcel inmediata.
Esperemos que esta sea una de esas pocas veces en que la Justicia es rápida y encuentren y encierren a estos. De hecho, el presidente del Banco de Alimentos de Segovia, Rufo Sanz, ha lamentado este robo, indicando que no es el primero que sufren. Una noticia negativa para las 2.000 familias que no podrán recibir los productos de primera necesidad después del robo de 5 toneladas de alimentos valorados en 15 mil euros, que ya hay que estar preparado para llevarse tal cantidad.
El presidente del Banco de Alimentos de Segovia, Rufo Sanz, destrozado y entre lágrimas, ha expresado que no es la primera vez que sufren un robo: «Llevo muchos años y creemos que hacemos algo bien, pero no podemos entender esto», que va a partir a esas familias que no podrán recibir muchos de los productos de primera necesidad que les proporcionaba esta asociación sin ánimo de lucro, como leche, aceite, conservas o legumbres.
Una vez que se hizo público el robo, Sanz cuenta cómo las muestras de apoyo y de solidaridad no han parado de llegar, tanto de las administraciones: Gobierno, Junta y Ayuntamiento, como desde los propios ciudadanos, que se han puesto en contacto con el Banco de Alimentos para ver de qué forma podían ayudar.