El tope al precio del gas, la última burra coja de Sánchez

El tope al precio del gas, la última burra coja de Sánchez

El  Gobierno ha sacado pecho después de que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, viniera de Bruselas con el compromiso de la UE de analizar su plan de topar el precio del gas para bajar el precio de la luz considerando que España es una «isla energética». Pero la sustancial rebaja que busca el Ejecutivo no será tan sustancial, puesto que la medida -de confirmarse el visto bueno comunitario-  sólo tendrá efecto real el 15% del tiempo. La razón es sencilla: durante el 85% del tiempo restante, el ciclo combinado no marca el precio final de la energía en España, con lo que el sistema marginalista hará que 8,5 horas de cada 10 la medida estrella de Pedro Sánchez se quede en la mitad de la mitad de la mitad. Estamos ante una nueva trampa para los consumidores, porque el plan ibérico de Sánchez -que contempla imponer un límite el precio de los ciclos combinados- tiene truco.

Según los cálculos del Gobierno, con la medida se espera rebajar la tarifa eléctrica a unos 110 euros/MWh de forma global, pero la idea divulgada por el Ejecutivo socialcomunista de que el KW más caro es el del ciclo combinado, cuyas centrales queman gas natural, no se ajusta a la realidad.  Es verdad que en los últimos tiempos el gas ha subido mucho de precio, pero no es cierto que tenga el monopolio del marcado del precio final, ni mucho menos. Un ejemplo: el año pasado, cuando el precio del gas natural ya estaba en plena escalada, el gas sólo fue precio marginalista el 15,9% de las horas. De seguir la misma tendencia de 2021, esa medida sólo servirá para frenar el precio 1,5 horas de cada diez. O, más claro aún: el plan de Sánchez. no tendrá efecto alguno 8,5 horas de cada diez. Estamos ante una nueva estrategia propagandística del Gobierno. Una vez se apruebe la medida, los españoles no tardarán mucho tiempo en comprobar que han vuelto a ser engañados.

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