Sin noticias del Rey Juan Carlos
Ya son diez días los que han pasado desde el anuncio del propio Rey Juan Carlos, a través de un comunicado oficial del Palacio de la Zarzuela, de su traslado por el momento al extranjero para que el actual Jefe del Estado pudiera desempeñar con tranquilidad y sosiego su labor al frente de la primera institución del país. Los ciudadanos españoles no han salido de su asombro al continuar la incógnita del paradero del anterior Rey de España. Sólo se enteran de vez en cuando de algún indicio de posibles destinos elegidos por Don Juan Carlos, sin que haya confirmación oficial por parte de la Casa de S.M. el Rey Felipe de dónde está su real padre.
Las preguntas de los periodistas en los ocasionales encuentros con los Reyes, durante sus intensas jornadas en teoría de descanso vacacional pero en la práctica de actividad institucional en el archipiélago balear, quedan sin respuesta por parte de Don Felipe y Doña Letizia que continúan adelante con sus planes de contacto estrecho con los ciudadanos de las islas. Se trata de una estrategia diseñada por el equipo de alta dirección del Palacio de la Zarzuela, que intenta de esta manera mostrar a una familia implicada en su tarea de intensificar una política de proximidad y cercanía con los habitantes de Baleares afectados por las consecuencias nefastas de la pandemia por el Covid-19. Tampoco el presidente del Gobierno está por la labor de desvelar el secreto mejor guardado del paradero del emérito. Pedro Sánchez insiste en sus comparecencias en que es la Casa Real la que tiene que cumplir con esa tarea y no el Gobierno. Y bajo cuerda, no oficialmente, en Zarzuela descargan la responsabilidad de decir dónde está en el propio Rey Juan Carlos, quien será el encargado de comunicarlo en el momento que él considere más oportuno.
La ciudadanía, mientras tanto, junto con los medios de comunicación españoles y extranjeros de todo el planeta, muestran su asombro por la falta de información acerca del paradero del Rey emérito, al que se ubica a veces en Abu Dhabi, otras en alguna de las dos islas de Nueva Zelanda, situadas en nuestras antípodas, y cuya desaparición causa bastante enfado y desconcierto a todos. Lo que no se entiende es que no se comunique cuál es el lugar escogido por Don Juan Carlos para vivir, bien de forma permanente o bien de forma temporal, tras su salida de España.
Mientras tanto, los Reyes Felipe y Letizia junto con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, tratan de compensar la inexplicada salida de su padre y abuelo, con dos semanas de presencia diaria en las que van a recorrer una a una las islas Baleares, en un programa de actividades conjunto para los cuatro totalmente inédito. Sorprende aunque de forma positiva, que por primera vez desde que las hijas de los Reyes dejaron de ser niñas para convertirse en preadolescentes, esta sobreexposición, que contrasta enormemente con la sobreprotección que ha regido hasta hace bien poco sobre la princesa de Asturias y su hermana la infanta Sofía. Creo que la presencia de la Familia Real al completo en estos momentos es una decisión acertada.
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