¿Si la derecha es culpable, por qué Cataluña es líder en delitos por homofobia?

¿Si la derecha es culpable, por qué Cataluña es líder en delitos por homofobia?

El discurso de la izquierda es siempre el mismo: los delitos de odio por homofobia crecen impulsados por el pensamiento político de las formaciones de derechas, en clara alusión a Vox, pero también al PP. Pues bien, los datos oficiales del Ministerio del Interior desmienten la falaz interpretación socialcomunista. Cataluña, donde el populismo y la izquierda independentista ostentan gran parte del poder, es la comunidad autónoma con un mayor número de delitos de odio por cuestiones de orientación sexual. Todos los intentos de socialistas y podemitas de convertir a Madrid en el principal foco de homofobia de España se dan de bruces contra la realidad, porque lo cierto es que el informe del Ministerio del Interior coloca a Cataluña como la región donde más casos se han producido, con hasta 153 «hechos esclarecidos» que acarrearon 45 infracciones penales por homofobia. Los hechos esclarecidos vinculados a la homofobia en Madrid fueron 34, los mismos que en el País Vasco, con una población mucho menor. Los datos están ahí y desmontan la estrategia de manipulación de una izquierda que pretende vender la mentira de que las políticas de derecha son un caldo de cultivo para los delitos de odio por orientación sexual.

El pasado 29 mayo tuvo lugar en la playa del Somorrostro de Barcelona una agresión homófoba que provocó una gran alarma social. Cuatro individuos insultaron y atacaron a cuatro homosexuales, uno de los cuales tuvo que ser trasladado al hospital e intervenido de urgencia. Los Mossos d’Esquadra acabaron arrestando a estos agresores. La reacción de la izquierda fue muy tibia comparada con la que tuvo al conocerse la agresión que luego resultó ser falsa a un joven en Malasaña. Nada que ver. Por supuesto, Sánchez no convocó de urgencia una reunión de la Comisión de seguimiento del Plan contra los delitos de odio, como sí hizo el martes a raíz de la supuesta agresión en Madrid.

Los delitos de odio por homofobia -por mucho que la izquierda vocifere-  encuentran su caldo de cultivo en aquellas comunidades donde el poder político maniata y limita por absurdas razones ideológicas la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Dejar trabajar a la Policía es la mejor receta para frenar los delitos de odio por homofobia. Madrid es un ejemplo. Cataluña, el lado opuesto. Así que menos cuentos.

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