Opinión

Ribera ya se ‘examinó’ ante la DANA: suspenso absoluto

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica,  Teresa Ribera, primera responsable de los avisos de la Confederación Hidrológica del Júcar, se examina este martes en el Parlamento europeo, que tendrá que juzgar su idoneidad para el cargo de comisaria europea. No hace falta ser muy sagaz para concluir que el papel y desempeño de Ribera antes y durante la DANA que ha asolado Valencia ha sido netamente insuficiente, sobre todo porque en un momento en que se necesitaba la máxima implicación de la responsable del Gobierno en la materia, la ministra decidió poner tierra por medio y gastar sus energías no en tratar de paliar la tragedia, sino en garantizarse el apoyo del Parlamento europeo. De ahí que tras activar la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el «nivel máximo rojo»  en la Comunidad Valenciana, el pasado 29 de octubre, Ribera no volviera de inmediato de Bruselas, sino que dejó pasar hasta nuevos vuelos que la hubieran permitido regresar de urgencia a España. La agenda de Ribera en la capital belga no fue pública y sólo tras las críticas su equipo la ha revelado, aunque sin entrar en excesivos detalles.

La DANA no alteró la agenda europea de Ribera, que el día anterior, lunes, cuando ya existía un temor fundado sobre la intensidad de las precipitaciones en la Comunidad Valenciana, había estado en París, participando en el encuentro del Friends of Paris Agreement High-Level Dialogue. Ribera fue presentada en las notas del evento como «vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea» y pronunció una conferencia por la tarde, sobre asuntos relacionados con su candidatura europea. En lugar de estar a lo que había que estar, la ministra estuvo despachando asuntos de su designación como vicepresidenta ejecutiva y comisaria europea, además de «diversos temas relacionados con su Ministerio». Parece evidente que Ribera no ha pasado el examen en España, porque la tragedia ha puesto en evidencia su gestión. Y alguien que ha cosechado un rotundo suspenso en su país en un asunto como este no puede aprobar en la UE. Sería indecente.