Opinión

¿Qué esconde el Gobierno de Francina Armengol?

¿Por qué el Gobierno socialcomunista de Baleares que preside la socialista Francina Armengol ha puesto todas las trabas del mundo al director de la Oficina Anticorrupción de Baleares, Jaime Far, para investigar irregularidades vinculadas a al Ejecutivo autonómico? ¿Qué esconde Francina Armengol? La dimisión de Jaime Mar acrecienta las sombras de sospecha sobre el comportamiento del Ejecutivo de Baleares, que ha hecho imposible que Anticorrupción pudiera investigar sin cortapisas el proceso de vacunación irregular de altos cargos del Govern o la supuesta malversación de fondos en la Conselleria de Medio Ambiente, que está en manos de los nacionalistas de Més. Por cierto, OKDIARIO desveló hace semanas que dicha conselleria pagó 13.210 euros por un termómetro que vale 420 para el generador de la planta desalinizadora de la Bahía de Palma. La supuesta malversación de fondos públicos en la desalinizadora fue denunciada en la Oficina Anticorrupción.

Jaime Far ha justificado su dimisión con el clásico latiguillo de que se debe a la necesidad de abordar «nuevos proyectos profesionales en el horizonte más cercano», argumento que no evita que muchos piensen que detrás de su renuncia está el enfrentamiento con un Ejecutivo autonómico que, pese a avalar en su día el nombramiento de Far, pronto trató de boicotear con todos los medios a su alcance la labor de la Oficina Anticorrupción. Lo cierto es que la Oficina Anticorrupción, con un presupuesto de más de medio millón de euros anuales, sólo ha presentado una denuncia en cuatro años de existencia, un bagaje raquítico que tiene mucho que ver con la estrategia de obstaculización sistemática llevada a cabo por el Gobierno socialcomunista de Baleares.

Con la dimisión de Jaime Far, la pregunta que surge es obvia: ¿Qué miedo tenía el Gobierno de Baleares para hacer la vida imposible al jefe de la Oficina Anticorrupción? Con su renuncia, Far alienta las tesis de quienes creen que se va para no tener que tirar de la manta. Porque le iban a moler políticamente a palos.