Los socios secesionistas de Armengol exigen gravar a las farmacéuticas que ganan dinero por descubrir vacunas

La última propuesta presentada por la formación secesionista Més per Mallorca en el Parlament consiste en la creación de un impuesto para las farmacéuticas y todas las empresas que han ganado dinero con la pandemia gracias a contratos públicos. Més per Mallorca forma parte del pacto de izquierdas que gobierna en Baleares y que preside la socialista Francina Armengol.

El portavoz de Més per Mallorca en el Parlament, Miquel Ensenyat, ha anunciado la presentación de una Proposición No de Ley para instar al Gobierno español a crear un grupo de trabajo para el estudio de la creación de una tasa de beneficios excesivos derivados de la irrupción de la pandemia de la Covid-19. La tasa, que según Ensenyat sería temporal, sólo afectaría a las empresas que han visto incrementado de forma evidente sus beneficios a partir de contratos públicos que sirvieron para combatir las consecuencias de la Covid-19 en cualquiera de sus vertientes, sanitarias, económicas o sociales.

Según Ensenyat, muchas empresas e instituciones públicas han firmado contratos millonarios para que las primeras ayudaran con su actividad a combatir las consecuencias de la pandemia. El caso de las grandes farmacéuticas, asegura el portavoz ecosoberanista, «es paradigmático ya que muchas de ellas han recibido fuertes inyecciones de capitales públicos para desarrollar de forma rápida vacunas contra la Covid-19».

Sin embargo, el diputado de Més clarifica que “este tributo podría establecer excepciones y limitaciones para las empresas siempre que justifiquen que este exceso de beneficios derivados de la pandemia se destinará a planes de inversión en innovación que sirva para crear empleo, la mejora de los sueldos de sus trabajadores o la preparación de stocks frente a los problemas de suministro cada vez más habituales”.

La propuesta de Més, registrada en el Parlament para su debate, explica que ante situaciones de excepcionalidad que requieren grandes inversiones públicas solo existen dos soluciones: los recortes sociales o la creación de nuevas tasas impositivas.

En este sentido, Miquel Ensenyat recuerda que los recortes son siempre injustos porque afectan sobre todo a las capas de población más humildes y vulnerables. “Un buen ejemplo es cómo los gobiernos Rajoy y Bauzá trataron a las clases populares de las Islas recortando derechos sociales para rescatar a bancos y cajas, a los máximos responsables de la crisis del 2008”.

Así, y en contraposición a este modelo “que ahora quiere recuperar a Pablo Casado, asegura Ensenyat, “la creación de nuevos impuestos siempre son más efectivos y justos porque nacen desde el principio de la progresividad y la igualdad. La progresividad fiscal es la mejor y más justa garantía por el desarrollo del Estado del Bienestar”, ha concluido.