El presidente no es Dastis
Mariano Rajoy se hace con el mando de las declaraciones y enmienda el error del ministro Alfonso Dastis con respecto a Cataluña. El presidente del Gobierno deja claro que no realizará ningún tipo de concesión a unos dirigentes separatistas “abrazados a la radicalidad y maniatados por el extremismo”. Una manera de tranquilizar a los españoles y de reforzar nuestra imagen como nación después de que el titular de Asuntos Exteriores dijera el pasado lunes en Barcelona que veía “respetable y legítimo” que Carles Puigdemont defendiera su referéndum en la Eurocámara. Un dislate que, además, contradecía tanto la línea del Partido Popular como las palabras de sus propios compañeros: Pablo Casado o Ramón Luis Valcárcel, entre otros. De ahí que, ante la súbita laxitud territorial de Dastis, surjan como un bálsamo las palabras de Rajoy, quien asegura que Puigdemont tiene «el trato que se merece» por parte de la UE.
Una postura de solidez que, por otra parte, ha sido una constante en el jefe del Ejecutivo, ya que siempre ha insistido en el escrupuloso cumplimiento de la ley por parte de las distintas comunidades autónomas. En el caso concreto de Cataluña, además, ha supeditado cualquier tipo de negociación al hecho de que los golpistas descarten la posibilidad de un referéndum. Y es que la unidad de España, así como el respeto al español, han sido argumentos irrenunciables en los discursos del presidente. Sin embargo, no han sido principios desarrollados por las vías de la imposición o el autoritarismo. Más bien, todo lo contrario. El Gobierno insiste en el diálogo para llegar a un acuerdo y no tener que recurrir a medidas extremas. Y eso a pesar de los constantes desafíos que lanzan desde el otro lado del Ebro. Rajoy ha vuelto a incidir con acierto en que a Puigdemont “le iría mejor si buscara la mano tendida en vez de la radicalidad”.