El PP no es el PSOE: Mazón debe destituir ya a la consejera
Pese a que, consciente de su error, rectificó horas después y asumió lo inapropiado de su intervención, hay declaraciones que resultan una infamia, un obsceno retrato de quien las profiere. En este caso, la consejera de Turismo de la Comunidad Valenciana, Nuria Montes, quien en una suprema exhibición de insensibilidad se ha permitido atentar contra los sentimientos de quienes en estos momentos están sumidos en el más profundo dolor: «No se permitirá el acceso a la morgue a los familiares de los fallecidos, éstos deben esperar en sus casas». El tono empleado, carente de la más mínima empatía, resulta hiriente y es absolutamente injustificable ante el inmenso dolor de una tragedia que se ha llevado la vida de más de 200 personas. “Aquí no se van a entregar cuerpos a familias, no se va a permitir el acceso de familiares a la zona donde tenemos custodiados a todos los fallecidos, así que tienen que esperar de forma obligatoria la llamada del juzgado y la entrega de la documentación pertinente. Las familias en el mejor lugar donde pueden esperar las noticias de sus familiares es en sus domicilios”. Parece el frío alegato de una burócrata con ínfulas.
La forma en la que Montes se ha dirigido a los familiares de las víctimas delante de la Feria València, el espacio a donde llegarán los cuerpos de los fallecidos para ser identificados ante el colapso del Instituto de Medicina Legal, no merece otra respuesta que su destitución inmediata. El presidente Carlos Mazón no puede tener ni un minuto más en su Gobierno a una consejera que no ha mostrado ni el más mínimo rasgo de humanidad mientras el número de muertos por la DANA no para de crecer.
Los grandes líderes suelen emerger en los momentos más difíciles. Así forjaron su liderazgo Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida cuando en las horas más dramáticas de la pandemia mostraron una determinación inquebrantable y sin fisuras tomando las decisiones más difíciles sin que les temblara el pulso ante los ataques implacables de la izquierda. Con esa misma determinación, y por respeto a los familiares de las víctimas, Mazón debe destituir sin contemplaciones a una consejera que no ha estado a la altura, ni política ni humanamente, que le exige su cargo ante un drama que marcará de por vida a miles de familias valencianas y ha conmocionado España