Poca pena para tanto saqueo

Poca pena para tanto saqueo

Manuel Chaves y José Antonio Griñán tan sólo pagarán con el banquillo y una probable inhabilitación para ejercer cualquier cargo público el hecho de haber consentido la distribución de al menos 854 millones de euros de forma arbitraria, tejiendo además un entramado para burlar los mecanismos de control de la Intervención General de la Junta de Andalucía. Una pena escasa si tenemos en cuenta que el dinero fue adjudicado a compañías afines con total ausencia de bases reguladoras, control de cumplimiento, principios de publicidad o control posterior. Todo para beneficio de allegados con el objetivo de crear una red clientelar que los ayudara a perpetuarse en una región donde llevan gobernando desde 1978. El juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Álvaro Martín, ha dictado auto de procedimiento abreviado contra los ex presidentes Chaves y Griñán —por prevaricación continuada el primero y por prevaricación y malversación de caudales públicos el segundo— y otros 24 ex altos cargos entre los que destacan la ex Ministra de Fomento en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Magdalena Álvarez, o el ex consejero de Presidencia en Andalucía, Gaspar Zarrías.

El caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) resume la falta de ética más absoluta a la hora de manejar el dinero público además de la impotencia que genera el hecho de que no se recuperará ni un solo euro esquilmado. Recursos que deberían ser destinados al bienestar y a los servicios de los ciudadanos y que en Andalucía alimentaron una infamia que se desarrolló desde el año 2000 al 2011. Un caso que, dada la relevancia de ambos políticos, se personaliza en Chaves y Griñán. A pesar de que han comunicado su baja voluntaria en el PSOE tras saberse la decisión del juez Martín, el conocimiento de ambos al respecto de estos procedimientos ilegales hace que no tengan disculpa alguna. Resulta patético que el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, o el mismo candidato de los socialistas a La Moncloa, Pedro Sánchez, busquen excusas para tratar de justificarlos. Un partido que pretende gobernar España debe ser tajante en sus declaraciones a la hora de condenar este tipo de entramados que tanto daño han causado a los ciudadanos y a la propia credibilidad de la clase política.

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