Pedro, si no sabes gobernar, vete

Pedro, si no sabes gobernar, vete

La gira posvacacional del presidente Pedro Sánchez a una serie de países de África occidental implicados en la emigración masiva a las Islas Canarias y a la Península Ibérica es una sobrerreacción a una situación más que embarazosa. Sus plétoras verbales han hecho rectificar al coro monclovita a medida que cambiaba el guion. A todo esto, Canarias y Ceuta, a pedir ayuda al Olimpo de la democracia.

Tradicionalmente los gobiernos españoles no han prestado la atención debida a la seguridad nacional y como consecuencia, aunque parezca increíble, no tenemos estrategia. Así, Sánchez oscilaba entre bondad o maldad, entre devoluciones o sírvase lo que quiera. Este es un ejemplo que ilustra la gestión del Estado por parte de Sánchez. La pregunta es cuándo se informó al presidente de que la zona del Sahel está en guerra, que franceses y americanos han hecho las maletas y los tuaregs pelean con Wagner.

Por el contrario, los hechos demuestran que las cosas pueden hacerse de otra manera. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue elegida con la promesa de abordar la migración ilegal a Italia a través del Mediterráneo. Ahora, los datos sugieren que su postura de línea dura está dando sus frutos. Las cifras de la Organización Internacional para las Migraciones muestran una disminución del 63% con respecto al año anterior en la migración ilegal por mar a Italia, lo que contribuye a una caída más amplia del 30,6% en las llegadas irregulares por mar a la UE en su conjunto.

Hay que tener presente que las causas últimas de los flujos masivos de migración ilegal escapan al control de cualquier gobierno, la crisis migratoria no termina, simplemente se traslada a otra parte. Mientras que el Gobierno italiano constató una drástica disminución interanual, las Islas Canarias lamentaron un incremento del 126% en las llegadas en pequeñas embarcaciones durante el mismo período. Las islas griegas también experimentaron un aumento del 57% en el último año.

El drama de España es que tiene su Maduro particular. Sánchez ha archivado la Constitución y proclama abiertamente como legitimo todo aquello que le conviene, su enemigo es interior. El problema español es qué hacer después de Sánchez para reparar el daño a la democracia, pero la salida del inquilino de la Moncloa se antoja un trámite difícil ya que su conducta es ajena al mandato constitucional.

Es un hecho que para España el futuro se presenta incierto y peligroso, por ello hay que tomar nota de por qué se ha llegado a esta dictadura. Quizás el texto constitucional es contradictorio en cuanto a la igualdad ante la ley de los españoles y por ahí se abre el abuso, véanse los derechos forales, así como en la legislación electoral, lo que se emplea con sesgada ventaja política. Son inadmisibles las declaraciones públicas de miembros del Gobierno en contra del orden constitucional, al igual que el funcionamiento anómalo del Congreso que provoca dimisiones de letrados o la baja consideración ciudadana del actual Tribunal Constitucional, debido a sus escandalosas sentencias. También raya en el absurdo el carácter legal de partidos políticos cuyos directivos participan en delitos de sedición, a la vez que se financia la aplicación de la perjudicial y provocadora Ley de Memoria Histórica.

Nuestro sistema político tiene errores, pero lo del actual presidente del Gobierno no es un fallo, es más que una anomalía, es una locura. Ya es mala suerte que en la coyuntura histórica que vive el mundo, en particular Europa, España esté dirigida desde la frivolidad, la incompetencia y la corrupción. Si queda algo de sentido de Estado en lo que fue el PSOE, cambien de liderazgo. Pero nos tememos que del PSOE que conocimos, poco o muy poco queda. Ha salido de la vía constitucional y democrática y nos tememos que el próximo congreso federal se asemejará a los de Chauchescu o Corea del Norte. Para no perder la esperanza, confiemos  en que la justicia será eso, justicia, y a Sánchez y su entorno los pondrá en la calle y fuera de la Moncloa.

Lo último en Opinión

Últimas noticias