Patético Iglesias: se ofrece como becario a Sánchez

Pablo Iglesias ha llamado a Pedro Sánchez para hacerle la última propuesta: formar parte de un Gobierno de coalición, pero con un período de prueba de un año. Si al término del mismo Sánchez no está contento, Iglesias y los suyos abandonarán el Ejecutivo comprometiéndose a seguir apoyando al PSOE. Es decir, Podemos entraría en el Gabinete a modo de becario, permitiendo que Sánchez decidiera si la formación populista se sigue sentando en el Consejo de Ministros cuando termine el tiempo de prácticas.

Por supuesto, el PSOE ha rechazado la propuesta. Pedro Sánchez ya está en modo electoral y su contestación al dirigente populista ha sido la misma que el equipo negociador socialista transmitió a la delegación morada: gratis total o nada. La humillación a la que está sometiendo a Iglesias provoca lástima. Pocas veces un dirigente político se ha arrastrado tanto y en directo como lo está haciendo Pablo Iglesias, que lamentará de por vida haber rechazado en julio una vicepresidencia y cuatro ministerios. En septiembre, Sánchez lo castiga a pan y agua.

Pero lo relevante, por irrisoria, es la propuesta de Iglesias: que Podemos entre en el Gobierno de meritorio y que sea Pedro Sánchez quien decida al término de un año si se quedan. Es tal la ansiedad que revela Pablo Iglesias que su comportamiento raya en lo patético. Obviamente, la propuesta esconde una taimada emboscada, porque lo que pretende Iglesias es ocupar el Ejecutivo y, desde su posición de poder, hacerle sombra a Sánchez para      -terminado ese absurdo período de prueba- plantarle cara al presidente si decidiera hacer una crisis de Gobierno.

La estrambótica, estrafalaria, surrealista y grotesca propuesta de Iglesias sumiría a España en una etapa de inestabilidad permanente. El secretario general de Podemos ha coronado la cumbre del esperpento y el absurdo. Sabíamos que era capaz de todo, pero hay que reconocer que esta vez se ha superado a sí mismo.