Otegi delinque impunemente ante la cara de Sánchez

Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu y socio preferente de Pedro Sánchez, tiene impunidad para delinquir sin que la Fiscalía intervenga. Al rendir homenaje a Iñaki Larramendi, último fundador de la banda asesina ETA que quedaba vivo, Otegi dijo: «Un honor haber compartido con él el camino». El camino que recorrió Larramendi  es el camino de una organización terrorista, de modo que el tributo de Otegi a un etarra es un delito de apología del terrorismo, además del reconocimiento de que él mismo recorrió el camino de sangre y tiro en la nuca de ETA.

Larramendi fue uno de los siete detenidos y encarcelados por intentar el descarrilamiento en San Sebastián de un tren cargado de militares, un atentado fallido que pudo terminar en masacre. Unos años antes, en 1958, Larramendi participó en la asamblea fundacional de ETA. No es la primera vez que Otegi homenajea a un fundador de ETA, porque el pasado mes de abril, con motivo de la muerte de Julen Madariaga, el líder de EH Bildu se despidió con un mensaje de cariño hacia el que fuese uno de los primeros jefes etarras:» Abertzale y comprometido con la libertad de nuestro pueblo». En los últimos meses, Bildu, envalentonada, se ha dedicado a ensalzar la memoria de otros etarras fallecidos, como Txiki y Otaegi. Sin ir más lejos, Arkaitz Rodríguez, hombre fuerte de Otegi en la facción más radical de la izquierda abertzale, señaló que la memoria de ambos ha sido «criminalizada» en España cuando en cualquier país «les homenajearían».

Parece evidente que los herederos políticos de ETA han perdido el miedo y que su alianza estratégica con el Gobierno de Pedro Sánchez les ha otorgado un salvaconducto para delinquir impunemente. Por cierto, ¿a qué espera la Fiscalía del Estado para intervenir? O será que Pedro Sánchez tenía razón cuando dijo aquello de «¿de quién depende la Fiscalía? Del Gobierno. Pues eso». Más claro, agua.