Opinión

Óscar Puente, una inmundicia moral con cargo de ministro

Lo del ministro de Transportes, Óscar Puente, va mucho más allá del concepto clásico de macarra, porque no es su tendencia natural a la provocación chusca lo que le inhabilita para ostentar cargo público alguno, sino su contumacia en el insulto -la difamación siempre por bandera- y su propensión innata a la calumnia. Lo último en Puente ha sido cargar contra Ayuso invadiendo su esfera personal con un comentario tan cutre como el propio personaje. Su reaccionaria y machista idea de lo que representa la mujer dentro de una relación sentimental se condensa en la siguiente expresión: «La pareja de Ayuso es un testaferro con derecho a roce», frase que le delata y le retrata como un auténtico cafre. Un cafre, por cierto, con altas responsabilidades en el Gobierno de Pedro Sánchez, que le puso en el cargo precisamente para enfangar la vida pública, convirtiéndole en el clásico matón que, en lugar de dignificar la política, la denigra hasta niveles insoportables.

Por cierto, ¿dónde está la izquierda feminista? Pues riéndole a Puente su poca gracia. No es la primera vez ni será la última que Óscar Puente -al que habría que pedirle el mismo nivel de dedicación en su labor de ministro que el que emplea en las redes- se comporta como un macarra sin escrúpulos que se sirve de su cargo para extender su zafia y grosera impronta de chulo con ínfulas allá por donde pasa. Puente es el retrato más cabal de la degradación que ha alcanzado la política española de la mano de personajes menores que se las dan de grandes por el simple hecho de haber sido nombrados ministros, como si eso fuera un signo de distinción que les confiriera impunidad para ir difamando a cualquiera que se les ponga por delante.

Puente, a tenor de lo dicho de Isabel Díaz Ayuso y su pareja, se ha erigido como una perfecta inmundicia moral con cargo de ministro. Lo primero -lo de la inmundicia moral- tiene difícil cura. Y lo segundo – lo de ministro- es responsabilidad exclusiva de Pedro Sánchez, por lo que a estas alturas pedir la dimisión de Puente es afianzarlo en el cargo.