No hay discrepancia entre PP y Vox que pueda ser más importante que la unidad contra Sánchez
No hay que ser muy sagaz para llegar a la conclusión de que el actual escenario político español, con un Gobierno acosado por la corrupción en plena huida hacia adelante -con ataques nada velados al Tribunal Supremo y en manos de un separatismo pugnando por elevar el precio de su chantaje a Pedro Sánchez- atraviesa por un momento tan convulso que hemos entrado en una etapa de incertidumbre que constituye un auténtico peligro para la democracia. Parece evidente que el PSOE-mejor sería decir el sanchismo- está dispuesto a cualquier cosa con tal de seguir ocupando el poder. Desde luego, su plan pasa por servirse de todos los medios a su alcance para desacreditar la actuación de los tribunales de justicia. La degradación a todos los niveles del partido de gobierno obliga, por una elemental cuestión de patriotismo -en el mejor sentido del término, que está en las antípodas de lo que pretende vender el PSOE- a que PP y Vox aparten sus legítimas diferencias y enfoquen sus relaciones pensando en el carácter extraordinario de una situación que obliga a unos y a otros a aparcar sus respectivas estrategias partidarias para confluir en un acuerdo orientado a hacer de dique de contención ante la brutal ofensiva del PSOE contra el entramado institucional basado en la separación de poderes propia del Estado de Derecho.
OKDIARIO informa hoy que representantes del PP y Vox han mantenido la semana pasada una toma de contacto que debería servir como punto de partida para una etapa de colaboración práctica, entendida como una forma de plantar cara, en este momento crítico, al sanchismo. Eso no significa que PP y Vox no pueden desplegar sus respectivas estrategias políticas con plena autonomía -faltaría más-, sino que ello pueda hacerse sin necesidad de rivalizar más allá de lo que beneficia al PSOE y a Pedro Sánchez. Porque en este momento lo que busca el socialismo es eso: desviar la atención para zafarse del estigma de la corrupción y su dependencia del separatismo.