Más ‘concordia’ socialista

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Carlos Ribagorda narraba en este medio como los secuaces de Sánchez taparon en la nota oficial de los cinco candidatos propuestos por el Ejecutivo para el consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que uno de ellos, Pere Soler, fue director de los Mossos d’Esquadra durante el golpe de Estado del 1 de octubre. En el comunicado se enumeraba la larga lista de cargos de Soler, menos el más interesante, dado que ser responsable de la policía autonómica que se puso de perfil ante una consulta ilegal para romper España es, como poco, un dato a destacar.

Y es que la concordia en Cataluña que venden el PSC y el PSOE no es que los golpistas pidan perdón a los millones de catalanes sojuzgados durante el procés. O que los partidos separatistas dejen de violar los derechos lingüísticos de los catalanes catalanoparlantes. O que TV3 deje de insultar, día sí y el otro también, a todos los catalanes que pensamos que España es una Nación y que Cataluña forma parte de ella. La concordia de Pedro Sánchez e Illa consiste en untar con sueldos de más de cien mil euros de dinero público a personajes que han demostrado su desprecio hacia España.

Ahí está Miquel Calçada Mikimoto cobrando de los Presupuestos Generales del Estado un sueldo de seis cifras como consejero de RTVE. O Sergi Sol, que también forma parte de dicho consejo y que fue la mano derecha de Oriol Junqueras en la etapa más dura del procés. O Pere Soler, cuyo mayor mérito fue soltar en Twitter que «Espero que nos vayamos ya porque me dais pena todos los españoles». A mí me da pena pagar un sueldazo a un personaje así gracias a la falta de escrúpulos de Salvador Illa y Pedro Sánchez. Pero tampoco me sorprende, porque los socialistas no quieren recoser heridas, lo que buscan es untar a los separatistas para seguir gobernando, gracias a sus votos, tanto en Madrid como en Barcelona.

Lo de Pere Soler es un escándalo, pero en breve quedará sepultado por la máquina sanchista del fango. Ya ni nos acordamos de Mikimoto, o de cómo Sánchez huyó por patas de Paiporta, o del Tito Berni, o de los indultos, o de la amnistía, o de los peones que colocó en el Tribunal Constitucional… Algo tan simbólico como poner de manifiesto que Sánchez no considera a la lengua española como la koiné, mediante el uso de pinganillos en el Congreso, ya parece algo muy lejano y olvidado. El PSOE ha hecho tantas, que la sociedad española comienza a perder la capacidad de escandalizarse.

Y no. Tenemos que recordar todo lo que Pedro Sánchez ha hecho. Que haya nombrado a Pere Soler, alguien que ha mostrado en público su desprecio hacia todos los españoles y que formaba parte del gobierno autonómico que intentó dar un golpe de Estado, es una vergüenza. Alguien así no merece tener ningún cargo de responsabilidad en una institución pública. Los Solers, Mikimotos y personajes similares no pueden estar cobrando sueldos astronómicos a costa de los mismos españoles a los que desprecian. Lo hemos de denunciar una y otra vez, para que nunca se olvide. Por muchas toneladas de lodo que el PSOE genere cada día.

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