La fotografía es arte para comprar

La fotografía es arte para comprar

La historia de la fotografía es corta en comparación con la de la pintura. Data del año 1839 con la aparición del primer procedimiento fotográfico: el daguerrotipo. Este histórico procedimiento ha sido utilizado en el mundo contemporáneo por algunos célebres fotógrafos como el inglés Adam Fuss o el artista americano Chuck Close. ¿Por qué hay tanta demanda y mercado por la fotografía? Ciertamente es un medio de difícil comprensión para muchos, puesto que su aparente fácil ejecución hace que no sea considerada como un medio que conlleve talento alguno. Sin embargo, es un medio tan importante como la pintura o la escultura, con muchos seguidores y presencia en importantes colecciones privadas y públicas. La escritora Susan Sontag, pareja durante muchos años de Annie Leibovitz, decía que “coleccionar fotografía es como coleccionar el mundo”.

La fotografía es una categoría atractiva y generalmente más accesible que la pintura. Su mercado es estable y diverso, y dado que hay mucho que ver, hay que educar el ojo para refinarlo. Antes de hacer una compra es aconsejable considerar algunos puntos clave. Los precios dependen de la importancia de la imagen, el medio, el número de copias y el tamaño. Una imagen histórica que pueda estar en libros de arte lógicamente tendrá un precio más elevado que una imagen desconocida. No obstante, los fotógrafos que están altamente consolidados en el mercado tienen gran demanda y por ello sus precios son más altos. Muchos de ellos provienen de la escuela de Dusseldorf, entre los que se encuentran Thomas Ruff, Thomas Struth o Candida Hoffer.

Comprender el medio es importante, porque ayuda en el entendimiento de cuáles son los criterios que se han de seguir a la hora de comprar fotografía. A la hora de comprar, entendemos dos criterios principales: la impresión, entre las cuales están la impresión de gelatina de plata, copias de albúmina, impresiones cromógenas, impresiones de transferencia de tinte e impresiones digitales entre otras y la edición. La fotografía es muy fácil de reproducir, por lo que la edición limitada ha sido desarrollada para tratar este problema. Cuantas menos impresiones en la edición haya, mayor será su valor. Una impresión de época, que se hizo no más de cinco años después de que la imagen fuera filmada, puede ser más cara ya que está más cerca de la intención inicial de la fotografía original, esto sucede especialmente con obras más antiguas.

Debido a la rareza y cualidades de una impresión de época a menudo únicas, dichas obras comandan precios más altos y un mayor interés. Otro criterio a tener en cuenta es la conservación de la obra, para ellos entender su medio es de suma importancia. Hay que mantener la obra alejada de la luz directa del sol y los ambientes húmedos y preferiblemente enmarcarlas con materiales de archivo y plexiglás con protección ultravioleta. También es aconsejable no colocarlas cerca de un centro de calor y mover la posición de vez en cuando para alterar la fuente de luz que la obra está recibiendo. El último criterio a seguir es que cada impresión debe de ir firmada, numerada y acompañada con un certificado.

Lo último en Opinión

Últimas noticias