Condenados a entenderse en el Ayuntamiento de Palma

Ayuntamiento de Palma

Dinamitando todos los sondeos, el centroderecha (PP y Vox) obtiene la mayoría absoluta en Palma, haciéndose la derecha con la alcaldía de la ciudad. Esto será, siempre y cuando y como es de esperar, junten sus fuerzas para lograr un acuerdo que, de otra forma, resultaría difícil de aceptar para la mayoría de sus votantes, ya que es evidente que en muchos casos pueden ser intercambiables.

¿Cómo se han logrado estos espectaculares resultados de unos partidos para los que se daban unas expectativas de alcanzar unas mayorías inciertas y aún más contradictorias? Es decir, que daban por perdidas las elecciones. Evidentemente, y aunque esto no se pueda contabilizar en los sondeos, primero en un voto oculto que ha superado todas las expectativas, en segundo lugar, por la desaparición de Ciudadanos y luego en unas políticas erráticas de un PSOE con una mayoría condicionado por una parte por Més, a quien entregó la gobernabilidad de una de las áreas municipales más importantes, y por Podemos, ariete del frentismo ante una sociedad madura. Y ello ha sido evidente tanto en el descenso de Més como en la desaparición de Podemos. Del Pi, evidentemente, no se podía contar.

La vivienda, la limpieza y la seguridad, amén de otros innumerables disparates de una izquierda incapaz de gobernar y un alcalde sin iniciativas, han sido las principales causas de una derrota que ha llevado a la izquierda a una merecida oposición y ahora Jaime Martínez deberá tratar de recomponer para devolver a la ciudad la dignidad perdida.

La encuesta de DATA10 para OKBALEARES certificaba que los populares recuperarían gran parte del electorado que perdieron hace media docena de años en Palma y que, por tanto, volverían a ser el partido con más respaldo, lo que, igualmente con la subida de Vox, posibilitaría un acuerdo que arrebataría el poder al tripartito llamado de Progreso.

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