El asesor Escrivá

Escrivá

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha dicho que el Banco de España está para asesorar al Gobierno, no para fiscalizarlo ni atacarlo, de manera que limita toda la labor del Gobernador del Banco de España a la de un asesor relevante.

Es cierto que los informes del Banco de España sirven para asesorar al Gobierno, pero en el sentido estricto del asesoramiento: propone medidas, detalla impactos y alerta de riesgos para que el Gobierno pueda tenerlos en cuenta. Es decir, describe cuál es la realidad.

No se trata, por tanto, de un asesor de gabinete gubernamental que elabore argumentarios para defender las posiciones del Gobierno, sus medidas y sus políticas, sino que asesora desde un punto de vista técnico e independiente. Esto último es fundamental para que pueda realizar su labor: la independencia.

Por tanto, Cuerpo no debe confundir un asesoramiento técnico, que puede que no coincida con la acción de Gobierno, con un ataque. El Banco de España elabora sus informes desde un punto de vista independiente, ortodoxo, que el Gobierno puede seguir o no. Ahora, si el Gobierno sigue otra senda, no es que el Banco de España lo ataque, sino que el antiguo banco central nacional elabora sus informes, realiza sus estimaciones y emite sus advertencias y conclusiones desde el punto de vista técnico, que el Gobierno, voluntariamente, decide ignorar.

Por tanto, no es que el Banco de España en la anterior etapa haya atacado al Gobierno, sino que este último ha ignorado sus informes. Lo que el Gobierno le pide indirectamente, por las manifestaciones de Cuerpo, es que respalde sus políticas, y eso no puede hacerlo el Banco de España si el análisis técnico indica otro resultado de las mismas.

Esa independencia es, por tanto, esencial. Lo es desde el punto de vista de Política Monetaria, aunque ahora sólo sea como una parte del BCE, y lo es desde el punto de vista de los análisis que realiza la entidad.

Por eso, es grave que el gobernador designado haya sido José Luis Escrivá, no por falta de conocimiento o capacidad, que los tiene, sino porque el político se ha comido al técnico y el riesgo de que el Banco de España pierda su independencia y actúe como correa de transmisión del Gobierno, como un asesor político y no como el asesor técnico independiente que debe ser, compromete a toda la economía.

Tras el mandato de Pablo Hernández de Cos, a quien parece que el Gobierno no tiene mucho aprecio, por haber sido independiente y un verdadero asesor técnico, el Banco de España ha recuperado muchísimo prestigio, con una gestión impecable y un conocimiento competencial enorme, que ha hecho que entre los antiguos bancos centrales nacionales de la zona euro sea muy valorado, con un servicio de estudios independiente y del máximo nivel, que tampoco debe perder ni su profesionalidad ni su independencia.

Eso es lo que ahora está en riesgo, con el perfil político del gobernador, que no puede ser un ministro más en la calle de Alcalá; no puede ser ese asesor político que parece que el Gobierno quiere buscar para que el Banco de España pierda su independencia, que se llevaría por delante su prestigio.

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