Opinión

Los árabes también tendrán que apretarse el cinturón

El dinero del petróleo ya no da para tanto. Según nos cuenta Bloomberg, tras vender 17.500 millones de dólares en una subasta de bonos el 19 de Octubre, Arabia Saudí se puso a firmar cheques para pagar deudas pendientes con contratistas. Sin embargo, sólo llegó a pagarles entre un 30 y un 40% de lo adeudado. El resto tendrá que usarlo para estabilizar el sector bancario y dar algo de confianza a inversores de que su moneda, el riyal, no tendrá que ser devaluada.  El 25 de mayo de este mismo año le tocó a Qatar subastar bonos —9.000 millones— y en 2017, Kuwait planea subastar 10.000 millones. Parece mentira que, hasta hace nada, mercados de lujo tan diversos como el de los caballos árabes de resistencia hasta las boutiques de moda de Puerto Banús respiraran algo tranquilos tras el apretón de cinturón de chinos y rusos. Siempre estarían los árabes para hacer extravagantes compras. No obstante, el dinero del petróleo es cada vez más escaso con el barril de Brent por debajo de 47 dólares.

En un desesperado intento de que subiera el petróleo, el 28 de septiembre la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) tuvo una reunión informal en Algelia, donde se pusieron de acuerdo en limitar la producción a 32,5 millones de barriles de petróleo al día de un récord de 33,2 millones barriles/día. Todos tendrían que hacer sacrificios, menos Irán, Libia y Nigeria ya que su producción está por debajo de lo normal debido a sanciones internacionales y guerras. La producción de petróleo ya ha bajado en Venezuela a 170.000 barriles/día porque la empresa petrolera estatal no tiene dinero para hacer los trabajos de mantenimiento en los yacimientos. Por lo tanto, todos los esfuerzos tenían que venir de países árabes como Kuwait, Qatar, Irak y, sobre todo, Arabia Saudí. Lo que les tocara cortar a cada uno se decidirá en la reunión oficial en Viena el 30 de noviembre de 2016.

Arabia Saudí no tenía problema con reducir la producción en estos niveles, ya que para invierno lo hace de todas maneras por motivos estacionales. El problema está siendo Irak que dice que la producción que le ha sido asignada por OPEP no es la real y que no van a hacer recortes de producción hasta que se les asigne un cuota de producción acorde con la realidad —Venezuela también se ha quejado de este hecho—. Debido a esta retórica de Arabia Saudí de limitar producción, los precios del barril se dispararon desde 44 hasta los 51,67 dólares pero duraron poco tiempo a esos niveles. Invitaron a países productores no miembros de la OPEP a participar en limitar la producción para aumentar el precio. Sin embargo, esta invitación ha tenido el efecto contrario. Rusia ha respondido de forma confusa, ya que Putin dice Rusia participará, pero luego las empresas productoras rusas dicen que no tiene sentido limitar producción y subir los precios porque si no la producción norteamericana volverá a reaparecer con fuerza y les quite cuota de mercado. Estados Unidos y Canadá no sólo no se han dignado a responder, sino que han vendido petróleo en el mercado de futuros a hasta 2020 de forma masiva para asegurarse precios por encima de 50 dólares/ barril —un claro signo de que piensan que esos son los mejores precios que van a ver hasta 2020—.

El día 1 de noviembre nos llegaron noticias vía Reuters de que el pacto de Algeria peligraba ya que Irak se seguía oponiendo a las cuotas marcadas por OPEP. Seguramente, para llegar a un acuerdo el día 30 de Noviembre en Viena, Arabia Saudí va a tener que recortar producción más de lo esperado. Además, el 2 de Noviembre se publicaron los inventarios de petróleo y se observó que hubo un aumento de 14.4 millones de barriles y la producción estadounidense ha dejado de caer y se está estabilizando. No dejan de lloverle malas noticias a la “pobre” monarquía árabe.