Apaga y vámonos, Pedro Sánchez

El Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez está en un callejón sin salida: el recibo de las luz marca máximos históricos (un 217% más que hace un año), pero lo peor está por venir: los analistas coinciden en que la luz puede incrementarse un 45% más en los próximos meses y alcanzar los 200 euros//MWh como consecuencia del alza del gas y la espiral especulativa que rodea el precio de los derechos de CO2. El panorama que viene es estremecedor y el Ejecutivo no tiene apenas margen de maniobra para frenar el coste de la factura eléctrica, un asunto de una enorme dimensión social ante el que la máquina de propaganda de La Moncloa no puede hacer nada. En la memoria colectiva de los españoles está muy viva la furibunda campaña que socialistas y podemitas lanzaron contra el Gobierno de Mariano Rajoy cuando la luz subió el 30% en tres años. Sánchez está probando su propia medicina, porque aquellos precios de entonces, comparados con los de ahora, eran un chollo.

Bajar a regañadientes el IVA al 10% -eso que según el Gobierno no se podía hacer porque lo prohibía Bruselas- ha sido como pretender combatir una neumonía con aspirinas, porque el brutal incremento de precios de los últimos meses se ha comido la rebaja fiscal. ¿Y ahora qué, Pedro Sánchez? A la desesperada, el presidente del Gobierno ha vuelto a prometer soluciones, pero los españoles siguen esperando. El Ejecutivo es consciente de que el invierno puede convertirse en su infierno energético, porque no hay soluciones a corto plazo, salvo proceder a una drástica bajada de los impuestos que gravan el recibo de la luz, algo inviable si se quieren cuadrar los Presupuestos.

En suma: la luz puede apagar los sueños de remontada en las encuestas de Pedro Sánchez. La factura eléctrica se ha convertido en el mayor problema de un Ejecutivo que no encuentra la puerta de salida a un embrollo de proporciones siderales. Apaga y vámonos, Pedro Sánchez