Alemania afronta una ‘final’ en máxima tensión
Alemania llega a la cita ante España tocada en lo anímico. La derrota contra Japón en la primera jornada ha llevado a los de Hansi Flick a una situación límite. Todo lo que no sea ganar al combinado español significará decir adiós de forma matemática o virtual a su participación en el Mundial de Qatar. Las cosas no están yendo como se esperaban por la concentración del equipo teutón y a pocas horas de jugarse el ser o no ser en la copa del mundo, la cuatro veces campeona vive en un estado de guerracivilismo que no le está ayudando nada.
Alemania no ha llegado con buen pie a este Mundial. Desde semanas antes a que comenzase a rodar la pelota por Doha desde el país germano han sido muchas las voces que han pedido boicotear esta cita. Una corriente que ha terminado salpicando al equipo, ya que en cada comparecencia pública siempre había algún periodista que les preguntaba por la situación de Qatar. El hartazgo es tal que Flick se ha negado a responder la enésima pregunta sobre este tema antes del partido contra España. Los germanos también se han visto involucrados en la prohibición de la FIFA a portar brazaletes con la bandera arcoíris, llegando a tener que emitir un comunicado junto a Inglaterra, Dinamarca, Suiza, Gales, Bélgica y Holanda. El equipo teutón respondió tapándose la boca en la foto de equipo que se hicieron antes de medirse a los nipones.
Todo esto ha provocado que el ambiente esté enrarecido en la concentración de Alemania. Aunque lo que más está preocupando es el miedo a caer por segunda vez consecutiva en la fase de grupos del Mundial, tal y como pasó en Rusia. Nunca antes le había sucedido esto a los germanos a lo largo de su brillante historia. Desde la concentración de alemana reconocen que el equipo no está bien y saben que la selección española llega en un gran momento. En el entrenamiento previo al duelo contra España hubo buen ambiente, aunque se notó la tensión.
Flick se quedó solo
Flick decidió que el único que iba a acudir a la rueda de prensa previa iba a ser él, por lo que no hubo ningún jugador. El seleccionador se escudó en que no quería que ninguno de sus futbolistas tuviese que realizar un desplazamiento de tres horas entre la ida y la vuelta al Media Center de la FIFA. Entre la prensa que sigue el día a día de Alemania este comportamiento no ha gustado. “No sólo es una falta de respeto a la prensa, sino que también a España. Estar tan lejos es problema de Alemania, que fue la que decidió irse allí”, aseguran.