Psicología

El significado de que algunas personas siempre tengan el coche sucio, según la psicología

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando pensamos en hábitos que reflejan nuestra personalidad, solemos imaginar aspectos relacionados con la casa en la que vivimos, la ropa que vestimos o la forma en que trabajamos. Sin embargo, hay algo que pasa completamente desapercibido y que, de acuerdo con la psicología, puede revelar tanto sobre nosotros como el dormitorio o la ropa que elegimos para ir a trabajar. Mantener el coche limpio y ordenado o, por el contrario, dejarlo sucio y acumular objetos en el interior es una conducta que puede reflejar aspectos muy profundos sobre nosotros mismos y nuestra forma de relacionarnos con el mundo.

Para muchas personas, el coche no es un simple medio de transporte, sino también un espacio personal en el que pasan buena parte del día. En este sentido, funciona como una extensión del hogar y, al mismo tiempo, como una carta de presentación ante los demás. La psicología ambiental, una rama que estudia la relación entre las personas y los espacios que habitan, sostiene que el entorno físico manifiesta aspectos internos de quienes lo ocupan. Así como una habitación desordenada puede mostrar una mente saturada, un coche sucio revela descuido personal o incluso estrés acumulado a lo largo del tiempo.

¿Qué significa tener el coche sucio según la psicología?

El argumento más frecuente de los conductores cuyo vehículo está siempre lleno de suciedad es la falta del tiempo. Sin embargo, los psicólogos señalan que se trata simplemente de una «excusa». El sitio especializado Working with ACT indica que esta actitud que refleja la importancia (o falta de ella) que cada persona le da a su imagen externa.

Algunos estudios psicológicos sugieren que tener el coche sucio puede estar relacionado con la autoestima. Cuando alguien siente que no merece invertir tiempo o esfuerzo en su propio bienestar, tiende a descuidar también todo aquello que forma parte de su vida cotidiana. En este contexto, el hecho de tener el parabrisas lleno de polvo, no tirar la basura acumulada debajo de los asientos o no limpiar la carrocería puede guardar relación con estados emocionales como la tristeza.

Los psicólogos también vinculan el estado del vehículo con la tendencia a la procrastinación y la desorganización. Postergar la limpieza del coche se convierte en un ejemplo de cómo alguien gestiona sus responsabilidades. Quien deja pasar semanas sin ocuparse de esa tarea probablemente tienda a comportarse de manera similar con otras obligaciones más importantes, tanto en el ámbito personal como laboral.

La acumulación de suciedad en el coche también puede ser síntoma de estrés crónico. Una persona sobrecargada de trabajo, con preocupaciones constantes y con un ritmo de vida acelerado suele dejar de lado las tareas menores, entre ellas la limpieza del vehículo.

Lo interesante es que, según la psicología ambiental, los espacios desordenados no sólo reflejan el estado interior, sino que también influyen en él. Diversas investigaciones han demostrado que los ambientes organizados ayudan a reducir el estrés y mejorar la concentración. Por el contrario, un coche sucio y lleno de basura puede potenciar la sensación de cansancio y malestar emocional.

Multa de la DGT

«Una suciedad excesiva en los cristales, espejos o faros de tu vehículo puede afectar negativamente a la conducción y hacer incluso que el automóvil pase desapercibido a los ojos del resto de conductores, especialmente en condiciones de baja visibilidad. Por eso, constituye un peligro importante tanto para la seguridad propia como para la del resto de usuarios de la vía», alerta el RACE.

E Reglamento General de Circulación establece, en el artículo 19.1, que «la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule». Asimismo, el artículo 76 de la Ley de Tráfico recuerda que es obligatorio «verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación».

Conducir con el coche sucio no sólo proyecta una imagen de descuido, también puede acarrear sanciones económicas. La normativa de la DGT establece que, si la suciedad acumulada en las lunas delanteras o traseras impide una buena visibilidad, la multa será de 80 euros. Además, si el agente aprecia que el estado es extremadamente sucio y compromete la seguridad vial, puede incluso llegar a inmovilizar el vehículo.

Por otro lado, la matrícula es un elemento clave, y siempre debe permanecer siempre visible y legible. Cuando está cubierta de polvo o barro y no puede identificarse, los sistemas de detección de la DGT y los radares quedan inutilizados. En este caso, la infracción se considera grave y la sanción asciende a 200 euros.

Los expertos ofrecen una serie de pautas muy simples para quienes se preocupan de que su coche esté siempre impecable. Lo primero y más importante es no acumular basura en el interior, desechándola de inmediato. Además, el uso de organizadores es muy útil para que cada objeto tenga su lugar. Finalmente, es esencial entender que un coche limpio refleja una mente equilibrada.