Qué es el aquaplaning, cómo se produce y cómo evitarlo

Uno de los momentos más peligrosos que existen en el mundo de la conducción es cuando hay que enfrentarse en la carretera a condiciones climatológicas adversas. En dicho escenario, la tensión y el nerviosismo cobran cierto protagonismo y los usuarios deberán estar muy pendientes a los diferentes sucesos que pueden ocurrir, como es el caso del aquaplaning, para evitar cualquier tipo de accidente al volante.

¿Qué es el aquaplaning y cuándo se produce?

El famoso aquaplaning ocurre cuando un vehículo pierde el contacto con la superficie de la carretera debido a una capa de agua acumulada sobre ella. Los neumáticos no pueden dispersar suficiente agua a través de sus canales y se genera que las ruedas floten sobre la citada capa en lugar de mantener el contacto directo con el asfalto, provocando la pérdida de estabilidad y el control del coche, lo que puede llevar a originarse deslizamientos o, en el peor de los casos, trágicos accidentes.

¿Cuándo se produce este fenómeno? Pues bien, este escenario se origina, comúnmente, cuando la lluvia es muy intensa y la carretera por la que transcurren los vehículos tiene áreas con cierta acumulación de agua. Por otro lado, también podría establecerse cuando los neumáticos del coche están desgastados y no tienen la presión adecuada o, por último, cuando el propietario en cuestión circula a una velocidad alta en condiciones de lluvia, por ello es recomendable reducir la marcha ante este tipo de situaciones y asegurarse que las ruedas estén en buen estado para poder trasladarte por las vías del territorio.

Cuál es el momento más peligroso del aquaplaning

El momento más peligroso del aquaplaning es cuando el vehículo recupera tracción de forma repentina tras haber estado deslizando sobre la capa de agua. Generalmente, esto ocurre cuando el conductor intenta frenar o girar bruscamente mientras el coche está en aquaplaning, lo que puede causar un descontrol abrupto y un deslizamiento en dirección contraria. A continuación, os explicaremos algunas de las acciones que podrían ser más peligrosas en caso de enfrentarse a este fenómeno.

1. Recuperación de tracción inesperada: si el vehículo comienza a deslizarse y, de repente, los neumáticos recuperan tracción, esto puede causar un tirón violento en la dirección en la que está girando el volante. En ese momento, el conductor puede perder el control total y aumentaría el riesgo de vuelco o un choque.

2. Intentar frenar en seco: cuando el automóvil está en aquaplaning, los frenos no son efectivos de la misma forma porque no hay tracción. Si el conductor pisa el pedal bruscamente, podría provocar que las ruedas se bloqueen o que el vehículo se deslice aún más, perdiendo completamente el control del coche. En situaciones de fenómeno, es más seguro levantar el pie del freno y esperar a que el vehículo recupere la tracción de forma gradual.

3. Frenar o girar cuando el vehículo pierde tracción: si un conductor intenta girar o cambiar de dirección mientras está en aquaplaning, el vehículo puede continuar en línea recta en lugar de seguir la dirección del volante. Esto puede provocar que el coche se desvíe de la carretera o que se deslice lateralmente, por lo que aumentaría el riesgo de accidente.

4. Conducción a alta velocidad en condiciones de lluvia intensa: cuando se conduce a alta velocidad en condiciones de lluvia o sobre una carretera inundada, la probabilidad de que los neumáticos pierdan tracción aumenta. A mayor velocidad, la cantidad de agua que debe ser evacuada por los neumáticos es mayor y, sobre todo, acelerará la pérdida de contacto con el asfalto.

¿Cómo reaccionar si estás en un aquaplaning?

• No frenes bruscamente: si realizas un frenazo en seco, puedes empeorar la situación. Intenta levantar el pie del acelerador y deja que el vehículo pierda velocidad por sí mismo.
• Mantén las manos firmes sobre el volante sin hacer movimientos bruscos y, sobre todo, evita girar el volante de forma exagerada.
• No intentes acelerar para salir del aquaplaning, puesto que el acelerador solo puede hacer que el vehículo pierda más control.
• Una vez que el vehículo vuelva a ganar tracción, puedes retomar el control, pero hazlo de manera suave y gradual.

Cómo evitar el aquaplaning

• Ten cuidado con los primeros minutos de lluvia: cuando empieza a llover, la carretera puede estar especialmente resbaladiza debido a la mezcla de aceite y agua en la superficie. En estos primeros momentos, es aún más probable que ocurra el aquaplaning, por lo que es importante reducir la velocidad y conducir con precaución.
• Conocer a tu vehículo: si conduces un vehículo con neumáticos más anchos o de perfil bajo, ten en cuenta que estos pueden ser más susceptibles al aquaplaning en comparación con los más estrechos o de mayor perfil. Por lo tanto, es aún más importante reducir la velocidad y evitar charcos grandes en condiciones de lluvia.
• Evitar el uso del control crucero durante la lluvia: esta ventaja puede ser útil en carreteras secas, pero, en condiciones de lluvia, es preferible no utilizarlo, ya que puede impedir que reacciones de forma rápida en caso de que el vehículo comience a deslizarse.
• No adquirir neumáticos de baja calidad: los neumáticos de mala calidad o no adecuados para condiciones de lluvia tienen menos capacidad de evacuación de agua. Por ello, es importante elegir neumáticos de calidad y  que estén diseñados para ofrecer buen rendimiento en condiciones húmedas.
• Mantener el coche en buen estado, incluyendo todas sus piezas y capacidades.
• Mantener una distancia de seguridad siempre será importante para evitar, en caso de aquaplaning, posibles choques con otros vehículos.
• Evitar transcurrir por zonas con una excesiva acumulación de agua.