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La razón por la que tu perro ladra a algunas personas y a otras no, según los veterinarios

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los perros no sólo destacan por su lealtad y afecto, sino también por su asombrosa capacidad de percepción. Muchas personas han experimentado situaciones en las que su mascota se muestra completamente tranquila frente a ciertas personas, mientras que, ante otras, se altera, ladra insistentemente o adopta una actitud defensiva. Esta diferencia de comportamiento puede resultar confusa o incluso incómoda, sobre todo si no se comprende la razón por la que el perro ladra a unas personas y a otras no.

Entender por qué los perros actúan de forma distinta según la persona que tienen delante permite conocerlos y ayudarlos a tener una vida emocional más estable. Sus respuestas están muy lejos de ser aleatorias o simples caprichos. Los perros son criaturas muy sensibles, capaces de leer el lenguaje corporal, detectar cambios sutiles en el ambiente y reaccionar ante señales que muchas veces pasan desapercibidas para los humanos.

¿Por qué los perros sólo ladran a algunas personas?

Los perros no ven el mundo como los humanos. Mientras que nosotros nos apoyamos fuertemente en la vista para interpretar lo que nos rodea, ellos lo hacen, principalmente, a través del olfato y del oído. Esta diferencia sensorial hace que su percepción del entorno sea más emocional e intuitiva que racional. Al conocer a una persona nueva, un perro percibe su energía, su olor, su tono de voz y su lenguaje corporal.

Por ejemplo, si alguien llega nervioso, con movimientos bruscos o con un tono de voz elevado, el perro puede sentir que esa presencia es amenazante. Aunque esa persona no tenga malas intenciones, su actitud puede transmitir un mensaje de alerta que el perro capta inmediatamente. Este tipo de percepción es parte de su instinto de supervivencia, heredado de sus ancestros los lobos. En la naturaleza, identificar rápidamente una amenaza podía significar la diferencia entre la vida y la muerte, y este rasgo se conserva, en menor o mayor medida, en todos los perros domésticos.

Socialización

Una de las claves para entender por qué un perro reacciona mal ante ciertas personas está en su proceso de socialización. Los perros que han sido expuestos desde cachorros a diferentes tipos de personas, ambientes y situaciones suelen tener una conducta más equilibrada. En cambio, aquellos que crecieron en entornos muy limitados, aislados o con escasa interacción, tienden a mostrarse inseguros o defensivos ante lo desconocido.

Olfato

Una de las habilidades más sorprendentes de los perros es su capacidad olfativa. Su nariz está compuesta por cientos de millones de receptores olfativos (comparado con unos pocos millones en los humanos), lo que les permite detectar olores que para nosotros son imperceptibles. A través del olfato, los perros pueden reconocer no solo a otras personas, sino también su estado emocional, su salud, e incluso si han estado con otros animales recientemente.

Por ejemplo, si una persona ha tenido un mal día y está estresada, es muy probable que su cuerpo emita feromonas y otros compuestos químicos que el perro puede identificar. Estos olores, aunque imperceptibles para nosotros, son muy evidentes para ellos y pueden influir directamente en su comportamiento. Es posible que un perro perciba estas señales como un indicio de peligro o tensión, lo que puede provocar ladridos o comportamientos defensivos, especialmente si el perro no está acostumbrado a lidiar con situaciones nuevas.

Lenguaje corporal

El lenguaje no verbal humano es otro elemento crucial en la forma en que un perro reacciona ante alguien. Posturas cerradas, movimientos bruscos, mirada directa o tensión corporal pueden ser interpretadas por el perro como signos de amenaza o desafío. Por el contrario, una postura relajada, una voz suave y una mirada indirecta suelen generar confianza y tranquilidad en el animal.

Algunos perros, especialmente aquellos que han tenido malas experiencias en el pasado con ciertos tipos de personas, pueden desarrollar reacciones condicionadas. Por ejemplo, un perro rescatado que fue maltratado por un hombre alto con gorra podría ladrar o esconderse cada vez que vea a alguien con características similares, aunque esa nueva persona sea completamente inofensiva. Estos comportamientos están ligados a asociaciones pasadas que el perro no ha podido superar por completo.

Cómo prevenir reacciones negativas

La clave para reducir los ladridos injustificados o las reacciones negativas hacia ciertas personas está en la educación basada en el refuerzo positivo. Premiar al perro con caricias, palabras amables o golosinas cuando se comporta bien frente a extraños es una manera efectiva de moldear su comportamiento. A diferencia del castigo, que puede generar miedo o ansiedad, el refuerzo positivo construye confianza y seguridad emocional.

También es esencial no forzar al perro a interactuar si no se siente cómodo. Obligarlo a acercarse a alguien que lo pone nervioso puede intensificar su reacción negativa. En su lugar, se recomienda exponerlo gradualmente a la situación, permitiéndole observar desde la distancia y acercarse por su propia voluntad cuando se sienta seguro.

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