Diferencias entre reno, venado y ciervo

En la naturaleza existen miles de animales con similitudes en su apariencia. Un ejemplo de esto es lo que ocurre con el reno, venado y ciervo. Todos estos animales pertenecen a la misma familia cervidae o de los cérvidos. En el caso de los dos últimos, son dos formas distintas de nombrar al mismo animal. Básicamente las diferencias entre ellos se limitan a los cuernos, el color del pelaje y el tamaño. Pequeñísimos detalles que son difíciles de apreciar a simple vista por el ojo de alguien que no sea un especialista. De hecho, son muchas más las similitudes.

Todos presentan pezuñas separadas en dos dedos y las patas suelen ser largas y delgadas. El pelaje es bastante corto en todos los casos. Así mismo, también podemos observar comportamientos similares, como es el caso de que son rumiantes y regurgitan la comida. Geográficamente hay una clara demarcación. El reno habita exclusivamente en el hemisferio norte, mientras que el ciervo o venado disfruta de territorios más extensos. Se encuentra en Europa, África, Asia y América del Sur.

Dentro de la familia de los cervidae, acompañando a reno, venado y ciervo, hay que nombrar a otra especie: el alce. Aunque gracias a la forma de sus cuernos y a unas facciones más gruesas, es mucho más sencillo distinguirlo. Además de que son mucho más grandes.

Reno, venado y ciervo: ¿diferentes?

Una diferencia indiscutible y que es característica en los renos, es que tanto hembras como machos tienen cuernos. En el caso de venados y ciervos, esta es una condición exclusiva de los machos.

Los renos también cuentan con un aparato óptico más avanzado. Sus globos oculares portan un ‘sistema de visión ultravioleta’, el cual les permite ubicar sus alimentos y advertir la presencia de depredadores en la nieve. Un reno macho puede alcanzar a pesar hasta 300 kilos y una hembra 170 kilos. En cambio, el macho del venado común o ciervo pesa como máximo 200 kilos y la hembra 125 kilos.

Peligros de la caza indiscriminada

La caza indiscriminada de este grupo de animales es una amenaza que se encuentra latente. De no tomarse medidas drásticas, la desaparición de estas especies es solo cuestión de tiempo. Otro riesgo que enfrentan el reno, ciervo y venado, es la pérdida de sus hábitats naturales. Lo que a su vez se traduce en más dificultades para su supervivencia, como la falta de alimentos.

Para los seres humanos, preservar el equilibrio natural se ha convertido en una misión imposible. Pero de no corregirse la situación, no solo la flora y la fauna salvaje corren peligro de muerte. El planeta entero está en una situación crítica.