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Ni la agilidad ni el instinto: los gatos son extraordinarios cazadores gracias a este insospechado motivo

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

A menudo creemos que el éxito de los gatos como depredadores se debe únicamente a la rapidez de sus reflejos o a su instinto cazador.

Sin embargo, la ciencia ha demostrado que existe un elemento mucho más discreto y poderoso detrás de su precisión. ¿Quieres saber cuál es?

Los bigotes de los gatos: el secreto de su instinto cazador

Aunque solemos pensar que los bigotes son sólo un rasgo estético, la investigación científica ha confirmado que son un sistema sensorial altamente sofisticado.

Los gatos cuentan con unos 24 pelos principales, conocidos como vibrisas, que se distribuyen de manera estratégica en el hocico, alrededor de los ojos, en la barbilla y hasta en la parte posterior de sus patas delanteras.

Según el medio Muy Interesante, cada bigote está conectado a un conjunto denso de terminaciones nerviosas que envían información detallada sobre su entorno. Gracias a ello, los felinos pueden calcular distancias, detectar movimientos mínimos e incluso orientarse en total oscuridad.

Estas estructuras funcionan como una especie de radar biológico que convierte al gato en un cazador infalible.

Esta capacidad sensorial les permite ejecutar saltos exactos, medir espacios reducidos y anticiparse a la reacción de sus presas con una precisión que ningún otro depredador doméstico posee.

Comportamiento y emociones de los gatos: vínculos y formas de comunicación

Durante mucho tiempo se ha sostenido la idea de que los gatos son fríos o distantes. No obstante, estudios recientes contradicen esa percepción. Investigaciones publicadas en PLOS ONE señalan que los felinos domésticos desarrollan vínculos de apego similares a los que se observan en perros o incluso en bebés humanos.

Cuando un gato se frota contra las piernas de su cuidador, no sólo busca atención: está marcando con las glándulas de sus mejillas un olor que lo identifica como parte de su círculo cercano.

Lo mismo ocurre con el ronroneo, que no siempre significa felicidad. Como explicó la especialista Emma K. Grigg, de la Universidad de California en Davis, los gatos también ronronean cuando sienten dolor o requieren consuelo, lo que lo convierte en un lenguaje multifacético.

Curiosidades de los gatos: hábitos, alimentación y su impacto ambiental

El mundo felino está repleto de hábitos llamativos que la ciencia ha sabido explicar. Su fascinación por las cajas, por ejemplo, responde a una necesidad térmica: los gatos requieren ambientes más cálidos que los humanos y las cajas les proporcionan refugio y seguridad.

Asimismo, poseen una aguda sensibilidad auditiva que les permite detectar variaciones en la presión atmosférica antes de una tormenta, así como escuchar sonidos imperceptibles para nosotros a gran distancia.

Sin embargo, no todo son gestos encantadores. Al ser carnívoros estrictos, necesitan nutrientes como la taurina, presente únicamente en la carne. Una dieta inadecuada puede ocasionarles problemas graves de salud, desde ceguera hasta insuficiencia cardíaca.

Los hallazgos científicos recientes confirman que los gatos son mucho más que mascotas sigilosas. Sus bigotes funcionan como sensores extraordinarios, sus emociones desmienten la idea de desapego y sus comportamientos revelan un mundo complejo que seguimos explorando.

Comprender estas particularidades enriquece la convivencia y subraya la importancia de respetar su naturaleza y su entorno.