Madrid hablará con Migraciones en febrero sobre el cierre del centro de inmigrantes de Carabanchel
Al Ayuntamiento de Madrid le preocupa el estado de salud de los inmigrantes y el horizonte de cierre del centro de acogida de Carabanchel
El Ayuntamiento de Madrid a través de su área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad ha conseguido una reunión el 13 de febrero para hablar con el Ministerio de Migraciones que dirige Elma Saiz Delgado sobre el centro de inmigrantes ilegales situado en el Cuartel General de Arteaga en Carabanchel. Según ha podido saber OKDIARIO a través de fuentes municipales en dicho encuentro se tratarán cuestiones tan importantes como el criterio de reparto, el horizonte de cierre del cuartel, el número de personas que se derivarán a la capital de España y las condiciones en las que se encuentran estos inmigrantes.
Las mismas han revelado que el delegado del área del consistorio madrileño, José Fernández, se reunirá con la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, para conocer, sobretodo, el estado de salud de estas personas después de que desde el Ayuntamiento conocieran la situación lamentable de los migrantes en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas. «Nos preocupan las condiciones en las que están los migrantes, que hasta Cruz Roja se ha retirado de las salas de asilo de Barajas hasta que las condiciones sean dignas», han dicho.
Asimismo, Fernández, incidirá en el plan de futuro que el Gobierno tiene para estos inmigrantes. Este es un tema que preocupa especialmente al consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida pues temen que los más de 1.200 inmigrantes alojados actualmente en las instalaciones militares de Carabanchel queden en situación de abandono.
En este sentido, fuentes del Ayuntamiento de Madrid aseguraron el pasado mes de diciembre a OKDIARIO que el Gobierno no había aclarado nunca cuánto tiempo permanecerán estos migrantes en Madrid. También explicaron que el ministerio de Migraciones «en ningún momento» ha establecido una hoja de ruta para su futuro. «Se trata de personas que se encuentran en situación de máxima vulnerabilidad y que podrían quedar abandonadas a su suerte si no consiguen contactar o recibir apoyo de su red familiar y de amistades», señalaron.
Cabe decir que la última reunión que mantuvo el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad con el Ministerio de Migraciones fue el pasado 7 de noviembre, hace ya casi 3 meses. En esa reunión, la entonces secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, informó que el ministerio habilitaría un total de 1.220 plazas para los migrantes en el Cuartel General de Arteaga en Madrid. No obstante, el Gobierno central concibió este recurso desde el principio como rotatorio, por lo que cuando una plaza quede disponible será ocupada de nuevo por otra persona, algo que puede provocar un flujo migratorio constante hacia Madrid.
Este hecho se puede producir si algún inmigrante abandona voluntariamente el recinto militar, algo posible al estar sujetos a un régimen abierto en un rango horario que abarca desde las 10 horas hasta las 22 horas. «El Gobierno puede ir introduciendo nuevos inmigrantes por goteo y si unos se van, otros nuevos entrarán a ocupar esas plazas», han revelado las mismas fuentes, que también han señalado que el Gobierno nunca ha especificado el número exacto de migrantes que vendrán a la capital.
En la mencionada reunión del pasado 7 de noviembre, la secretaria de Estado también informó al Ayuntamiento de Madrid de que la llegada se produciría de forma escalonada, en cinco fases a lo largo del mes de noviembre. La primera fue programada para el viernes 10 y comprendía la entrada de 170 personas y la última, para el día 30, con 300 personas.
Cuartel de Carabanchel
Este medio estuvo presente en el lugar donde se sitúa el centro de inmigrantes ilegales de Carabanchel y fue testigo de la libertad de la que disfrutan estos ilegales que se pasean a placer por las calles de Madrid. Los inmigrantes ocupan una amplia sección de la base militar fuertemente custodiada por un gran portón de metal y varias cámaras de vigilancia que apuntan a la calle Duquesa de Tamames.
La instalación del centro de acogida de inmigrantes ilegales en Madrid ha causado temor e incertidumbre entre los vecinos de Carabanchel que reconocen que no se encuentran seguros con más de 1.200 ilegales viviendo frente a sus casas. «Me parece mal porque hay españoles que ni siquiera tienen vivienda ni dinero para vivir y estas personas están aquí viviendo del Gobierno y de nuestros impuestos. Yo misma estoy cobrando un subsidio y tengo bastante menos dinero que ellos», dice una vecina.
Otro residente de Carabanchel reconoce que tiene miedo de que aumente la conflictividad y la delincuencia en la zona debido a la presencia de estos ilegales. «Siempre con la inmigración ilegal viene la delincuencia», afirma.