Está en Madrid y parece de película: el castillo a 45 minutos del centro que casi nadie conoce y es increíble
A sólo 45 minutos de Madrid encontramos el Castillo de Manzanares el Real
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A menos de una hora del centro de Madrid, entre montañas, aire limpio y silencio, se esconde una de esas joyas que muchos pasan por alto. El Castillo Nuevo de los Mendoza, en Manzanares el Real, parece sacado de una película. Tiene algo hipnótico, una mezcla de elegancia y misterio que atrapa al primer vistazo y que hace que te recuerde a un castillo de cuento o de película. Un plan perfecto para otoño que muchos ya han disfrutado.
Sin embargo, no es un castillo que siempre esté lleno de turistas, de modo que puede ser todo un descubrimiento si te gustan los castillos, y en especial buscas uno que esté cerca de la capital y este, en concreto, resulta impresionante. Desde la carretera ya se adivina su silueta, recortada sobre el valle del río Manzanares, con la Sierra de Guadarrama de fondo. Pero es al acercarse cuando uno entiende de verdad su magnetismo. Cada piedra parece esconder una historia y el conjunto es verdaderamente imponente.
El castillo a menos de una hora de Madrid
El castillo se levanta sobre un cerro, dominando el paisaje de la sierra. Lo mandó construir, hacia 1475, Diego Hurtado de Mendoza, primer duque del Infantado, como residencia familiar. De este modo, más que una fortaleza, era un palacio de recreo. Su diseño se debe al arquitecto Juan Guas, uno de los grandes del siglo XV. Él fue quien imaginó esa planta cuadrada tan característica, con tres torres circulares y una torre del homenaje octogonal. No tiene foso, pero sí murallas con saeteras y cruces del Santo Sepulcro, símbolo del cardenal Mendoza. En el interior, el patio de armas, con sus dos galerías superpuestas, marcó el inicio de un estilo nuevo, a medio camino entre lo militar y lo palaciego.
Durante siglos, el castillo fue de los Mendoza, una de las familias más influyentes de Castilla. Por sus salones pasaron nobles, religiosos y artistas. Y en la actualidad, todavía se conservan algunos tapices flamencos del siglo XVII, inspirados en bocetos del propio Rubens, que siguen colgando en las paredes.
De la ruina al renacimiento de un símbolo madrileño
El paso del tiempo no fue siempre generoso, ya que si bien tuvo épocas de grandeza, también sufrió de años de abandono. De hecho, durante buena parte del siglo XIX el castillo quedó casi olvidado, a merced del viento y del polvo. No fue hasta el siglo XX cuando comenzaron los trabajos para devolverle la vida. Los arquitectos Vicente Lampérez y Manuel González Valcárcel se encargaron de la restauración, piedra a piedra, con una paciencia admirable. Gracias a su trabajo, el castillo recuperó su esencia sin perder su alma original.
Aunque sigue siendo propiedad de los duques del Infantado, la Comunidad de Madrid gestiona hoy el edificio. Esa labor ha permitido que el castillo dejara de ser una reliquia dormida para convertirse en un espacio lleno de actividad. Hoy acoge exposiciones, visitas guiadas, conciertos y hasta actos institucionales. Uno de ellos fue especialmente relevante: en 1982, allí se celebró la Asamblea de Parlamentarios que dio forma al Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid. Desde entonces, el castillo no sólo es historia, también símbolo de identidad madrileña.
Visitas, entorno y un plan perfecto de día
Por ahora el interior del castillo no se puede visitar, al menos de forma habitual. Está cerrado temporalmente, aunque hasta el 16 de noviembre se organizan visitas guiadas gratuitas, de miércoles a domingo a las 11 de la mañana. Eso sí, conviene apuntarse con tiempo, porque las plazas vuelan. Durante el recorrido, los guías cuentan anécdotas, curiosidades y detalles históricos, además de enseñar los alrededores y esas vistas al embalse de Santillana y la Sierra de Guadarrama que quitan el aliento.
Pero el plan no acaba ahí. Manzanares el Real tiene ese encanto tranquilo de los pueblos de sierra, con calles empedradas y casas de piedra que seguro también te encantarán. De este modo, puedes pasear por el centro, entrar en la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o sentarte en alguna terraza a tomar algo mientras contemplas a lo lejos, el castillo.. También hay varios senderos que parten del pueblo, perfectos para caminar, o para acercarse a los restos del Castillo Viejo.
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De escenario de cine a rincón secreto
El Castillo de Manzanares el Real también ha sido escenario de varias películas históricas. Por sus muros han pasado cámaras y actores de producciones como El Cid (1961), Los señores del acero y otras tantas series ambientadas en épocas pasadas. Su aspecto, una mezcla entre fortaleza medieval y palacio renacentista, lo convierte en un decorado natural imposible de replicar en estudio.
Y, sin embargo, sigue siendo un lugar tranquilo. No hay aglomeraciones ni colas eternas para poder verlo y hacerle una foto. Así que si alguna vez te apetece una escapada distinta, a menos de una hora de Madrid y con sabor a historia viva, apunta este nombre: Castillo Nuevo de los Mendoza.