La tuitera a la que Iglesias apoya también pide asesinar a Sánchez Dragó, Sostres y Merkel

Quería ser profesora de Historia pero, afirma, su carrera se ha visto truncada después de que la Audiencia Nacional le haya condenado a un año de cárcel y siete de inhabilitación como autora de un delito de enaltecimiento del terrorismo. Algunos padres respirarán tranquilos tras echar un vistazo al perfil de Cassandra Vera en Twitter: además de mofarse del asesinato de Carrero Blanco, anima a asesinar al escritor Fernando Sánchez Dragó, al periodista Salvador Sostres y a Ángela Merkel.

Una joya que ya ha recibido el apoyo de toda la cúpula de Podemos. «Bromear no es delito y España no es una dictadura. Si esto te lleva a la Audiencia Nacional, que me lleven a mí también junto a #Cassandra», ha escrito Irene Montero.

Por supuesto, en España no es delito bromear. Pero sí hacer apología del terrorismo y humillar a sus víctimas. Por este motivo, Pablo Iglesias ha usado el caso de Cassandra Vera para pedir que se elimine del Código Penal el delito de enaltecimiento del terrorismo.

Pero Cassandra Vera no sólo se mofó del asesinato de Carrero Blanco. En julio de 2012 comentaba así un artículo publicado por Salvador Sostres en el diario El Mundo: «Esto lo escribe en otro país y automáticamente matar a Salvador Sostres es legal y te conceden la medalla de honor».

En su opinión, la canciller alemana Angela Merkel y el escritor Fernando Sánchez Dragó merecen la misma suerte:

Pero no sólo ellos. La tuitera a la que defiente Pablo Iglesias también lamenta que no haya más muertos en los Sanfermines de Pamplona y propone un método muy original de «ejecutar fachas»:

No queda claro si lo dice en sentido metafórico, pues esta aspirante a profesora de Historia también ha escrito mensajes del siguiente calibre: «Lo bueno de ser una persona fría es que no me temblará la mano si tengo que matar a alguien» o «Soy feliz con un rifle para matar a los canis que vea».

Muy en la línea de Irene Montero (quien amenazaba con «lanzar a los tiburones» al Rey Felipe VI) y con el concejal de Ahora Madrid Jorge García Castaño, quien animaba a «empalar» al diputado de Ciudadanos Toni Cantó.

En su perfil de Twitter, Cassandra Vera también desafía a los «fachas» con el siguiente mensaje: «Muy valientes los fachas atacando una (sic) acto independentista catalán e hiriendo a una niña, a ver si tienen huevos de atacar una sede de Bildu».

Y propone colocar «una bomba» a los pies de la Virgen del Carmen.

Para la tuitera a la que Pablo Iglesias defiende como una mártir de la libertad de expresión, el mundo se divide entre «fascistas» y todos los demás. A la primera categoría pertenecen el ex presidente José María Aznar («un viejo borracho fascista»), el escritor Arturo Pérez Reverte («gran fascista, peor escritor») y el diario ABC («basura fascista»).

Las víctimas del terrorismo, por supuesto, también son «la misma mierda fascista». Y la televisión de la Conferencia Episcopal, 13TV, también:

Y Cassandra Vera deja muy claro cuál debe ser el final de todos estos «fascistas»: colgar de un puente como Mussolini.

La tuitera condenada a un año de cárcel también ha encontrado tiempo para celebrar el asesinato de Onésimo Redondo a manos de los anarquistas (sólo era «escoria fascista»).

Hoy hace 77 años que la escoria fascista de Onésimo Redondo era asesinada por un grupo de anarquistas, siempre agradecidos a esos hombres.

— Cassandra Vera (@kira_95) July 24, 2013

Desolada por la sentencia de la Audiencia Nacional, Cassandra Vera ha lamentado que la condena a siete años de inhabilitación truncan sus aspiraciones de convertirse en profesora. Y ha iniciado una colecta a través de Paypal para pedir que los simpatizantes de Podemos le ayuden a pagar las costas judiciales.

No sólo me quedo antecedentes, me han quitado el derecho a beca y destrozado mi proyecto de ser docente. Me han arruinado la vida.

— Cassandra Vera (@kira_95) March 29, 2017

«Me han arruinado la vida», lamenta Cassandra tras pasarse cinco años animando a sus seguidores en las redes a «ejecutar fachas». En realidad, no hacía más que imitar a los principales líderes de Podemos. Guillermo Zapata se mofaba del atentado de ETA contra Irene Villa y del asesinato de seis millones de judíos en la cámara de gas.

Pablo Soto animaba a «torturar y matar» al ex ministro Alberto Ruiz Gallardón. Jorge García Castaño proponía «empalar» al diputado Toni Cantó. Tania Sánchez defendía llevar al Rey Felipe VI «a la guillotina» para proclamar la Tercera República e Íñigo Errejón definía a los policías nacionales como «nazi de día, de noche policía». La fábrica de amor de Podemos.