ARTURO MURILLO

El ministro boliviano que investigó a Podemos, a OKDIARIO: «Vuelvo si liberan a la ex presidenta Áñez»

Arturo Murillo y Pablo Iglesias.
Arturo Murillo y Pablo Iglesias.

El ministro boliviano que investigó los pagos de Evo Morales a Podemos, Arturo Murillo, ha remitido a OKDIARIO una carta desde Estados Unidos en la que acepta un «intercambio de prisioneros» voluntario a Bolivia, como pide el presidente Luis Arce y, prácticamente todos sus ministros, a cambio de que la ex presidenta Jeanine Áñez sea liberada de la prisión en la que se encuentra detenida. Murillo también pide que Bolivia entregue a las autoridades americanas a un jefe policial de Evo Morales acusado de narcotráfico.

Murillo fue nombrado ministro de Gobierno de Bolivia (equivalente en España a la cartera de Interior) en noviembre de 2019 durante el mandato de la ex presidenta Jeanine Áñez. Tras las elecciones de 2020, en las que ganó el MAS, el partido de Evo Morales, Arturo Murillo salió del país, puso rumbo a Estados Unidos y se instaló en Miami. En cambio, la ex presidenta Áñez se quedó en el país y fue encarcelada de manera ilegal en la prisión de Miraflores de la ciudad de La Paz, donde se encuentra a día de hoy. Desde ese lugar está siendo objeto de un juicio plagado de irregularidades. En cambio, en mayo de 2021, Murillo fue detenido en EEUU y, en estos momentos, se encuentra en prisión provisional. Está acusado de un presunto delito económico del que, por el momento, no se ha dado a conocer ninguna prueba.

Desde el sitio en el que se encuentra, la Prisión Federal de Miami, el que fuera ‘hombre fuerte’ durante un año en Bolivia ha remitido una carta a este periódico en la que pone en bandeja su cabeza. Acepta un «intercambio de prisioneros» voluntario y volver a Bolivia, como pide el actual presidente boliviano, Luis Arce, pero pone dos condiciones: que la ex presidenta Áñez sea liberada y le otorguen arresto domiciliario y, al mismo tiempo, que las autoridades bolivianas manden a EEUU a Maximiliano Dávila, ex jefe policial de Evo Morales, acusado por el Departamento de Estado de EEUU de narcotráfico.

La propuesta de Arturo Murillo cumple con las exigencias de gente muy ligada a Evo Morales, que en las últimas semanas han pedido «la cabeza de Murillo por la de Dávila». Sin embargo, estas palabras fueron puestas en entredicho ya que, de producirse la entrega de Dávila a las autoridades americanas, se daría lugar a una profunda investigación por parte de la DEA sobre los nexos del narcotráfico con el propio Morales.

La transcripción completa de la carta que Arturo Murillo ha remitido a este periódico es esta:

Me comunico con usted , señor Alejandro Entrambasaguas, para que haga pública una decisión importante. Leo con mucha inquietud las noticias que se publican sobre la ex presidenta Jeanine Áñez, encarcelada en la Prisión de Miraflores de La Paz desde hace un año y medio. En estos momentos está siendo sometida a un juicio absolutamente ilegal e inconstitucional. Lamento decirle que en ese juicio, que en realidad es una farsa, muchos de los ex colegas senadores y jefes de partidos políticos, así como la Iglesia y la comunidad internacional, que fueron parte de las negociaciones del proceso de transición constitucional, así como integrantes del MAS como Adriana Salvatierra y Susana Rivero entre otras personas, no están dando la cara. Cuando, la realidad, es que gracias a la ex presidenta Áñez, que tuvo la valentía de asumir el rol que la historia le dio, se salvaron miles de vidas en Bolivia.

Gracias a la ex presidenta Áñez se pudieron parar con acciones inteligentes y, sobre todo, muchas negociaciones, la toma de las ciudades de Cochabamba y La Paz que Evo Morales cobardemente mandó incendiar en octubre y noviembre de 2019. Con la ayuda de Dios y la firmeza de la ex presidenta Áñez logramos estabilizar el país y superar en gran medida la pandemia del COVID-19. También llevamos a cabo unas elecciones libres y democráticas. Unas elecciones que, por cierto, perdieron los que estaban en la carrera hacia el Palacio Quemado por su propio egoísmo y mezquindades.

El 10 de noviembre de 2019, Evo Morales envió a gente para asesinar a mi familia. Esa gente quemó mi hotel en Villa Tunari, en El Chapare. Tres días después yo juré como ministro. Ese nombramiento me permitió rescatar con vida a mi familia el 17 de noviembre sin pegar un sólo tiro. Diseñé toda una operación especial para salvar a mis sobrinas de 11 meses y 6 años, a mi propia hija, a mi hermana y al resto de su familia. Ellos estuvieron ocho días en la selva sin comer y sin nada mientras esperaban ser rescatados. Lo mínimo que ahora puedo hacer es poner mi vida disposición de la ex presidenta Áñez. Yo, en su día, le dije que saliera del país. No me hizo caso. Hizo caso a otra gente. Pero, ahora que veo que la están destrozando en un falso juicio, estoy dispuesto a sacrificarme por ella. Todo a cambio de que gane la ex presidenta Áñez y de que gane Bolivia.

Por todo esto que le traslado y, viendo que lo que busca el MAS es eliminar a la ex presidenta Áñez, quiero hacer llegar al Gobierno de Bolivia una propuesta firme y contundente: acepto una extradición al país si el presidente Luis Arce concede arresto domiciliario a la ex presidenta Áñez y, al mismo tiempo, envía una carta al presidente de de Estados Unidos, Joe Biden, en la que remita la entrega del coronel Maximiliano Dávila, investigado por el Departamento de Estado de EEUU por narcotráfico en un intercambio de prisioneros.

Esta carta está firmada por Arturo Murillo Prijic con célula de identidad 837885 de Cochabamba (Bolivia).

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