La hermana de Méndez de Vigo deja de ser la nº 2 del CNI harta del ninguneo de Sanz Roldán
Las tensa relación que desde hace más de un año mantenían el director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, y la secretaria general, Beatriz Méndez de Vigo, era tan insostenible que ha provocado la salida de la número dos del espionaje de la estructura de mando del Centro.
El choque frontal entre el pasado y el futuro del espionaje español, como lo califica una fuente gubernamental, ha terminado con el traslado a Pekín de una de las históricas del CNI que estaba llamada a sustituir al general Sanz Roldán cuando agotara su nombramiento en 2019.
OKDIARIO publicó ayer, en exclusiva, que la número dos del CNI había decidido cambiar la Secretaría General por un puesto de menor rango en la Embajada de España en China Pekín por la falta de entendimiento con su director, que ha superado los 72 años.
Beatriz Méndez de Vigo, con una larga trayectoria en los servicios secretos donde recaló en 1983 con la primera promoción de mujeres espías, había sido designada responsable de la Secretaría General del Centro en agosto de 2012. El Gobierno pretendía que hiciera de contrapeso del director, cuya labor al frente del CNI no estaba convenciendo al ejecutivo de Rajoy. Sanz Roldán fue nombrado secretario de Estado del Centro Nacional de Inteligencia en 2009 por José Luis Rodríguez Zapatero, a petición de José Bono, que lo había tenido de director general de Política de Defensa y Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), durante su etapa de ministro de Defensa.
Un binomio de espías que no funcionó
La hermana del ministro Méndez de Vigo fue elegida por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para que, contrariamente a las funciones del responsable de la Secretaría General –un cargo más burocrático que operativo–, se encargara del día a día de los servicios secretos. Sin embargo, el binomio Sanz Roldán-Méndez de Vigo no ha funcionado. Según fuentes próximas al CNI, el general no sólo se negó a cederle una cuota de poder a Méndez de Vigo, sino que además ha dirigido los servicios de información, «con métodos de un déspota», transcripción literal del comentario de un ex alto cargo del Centro, que también se vio obligado a escoger otro destino fuera de España.
Beatriz Méndez de Vigo, amiga de la vicepresidenta del Gobierno, se ha visto obligada a escoger un destino tan alejado como el de Pekín porque las grandes plazas del CNI en el extranjero ya habían sido asignadas en el último año. Son los casos de Londres y Washington, entre otras capitales de naciones aliadas. A la ex secretaria general le habría gustado recalar en Berlín, por su conocimiento del idioma alemán, pero esa delegación también había sido cubierta en ese periodo de tiempo. Sólo le quedaba la capital de China como un destino importante.
Le quedaba Pekín y no dudó en pegar el salto a tierras asiáticas por donde ya han pasado dos jefes del CNI desde que se abrió la primera delegación china. Méndez de Vigo ocupará el puesto de delegada del servicio de información español ante el espionaje chino. China es un destino emergente entre los intereses diplomáticos de España en la nueva política exterior.
Su misión consistirá en mantener una buena relación con la dirección del servicio de inteligencia chino, conocido como el MSS (Ministerio de la Seguridad del Estado), que fue creado en 1949 y tiene su sede en Pekín, cerca del Palacio de Verano. Como el CNI español el MSS depende del Gobierno de la nación. Y es quizás el servicio secreto que desarrolla en el mundo una mayor actividad en inteligencia tecnológica y económica.
Beatriz Méndez de Vigo asumirá su cargo en la capital china como delegación y no como estación. La diferencia está en que no actuará de manera encubierta sino que figurará como delegada oficial del CNI, aunque también podrá disfrutar de cobertura diplomática.
La marcha de una secretaria general, que estaba llamada a ser la primera mujer en acceder a la dirección del CNI, ha abierto una crisis en los servicios secretos, que desde el estallido de los casos Gao Ping y Pequeño Nicolás se ha visto envuelto en una sucesión de escándalos.
OKDIARIO ya adelantó hace meses la guerra que estaban lidiando los servicios secretos y el Cuerpo Nacional de Policía por el control de la información. Era una situación incómoda que el director del CNI nunca hizo nada por detener. En cambio, del lado del Ministerio del Interior supuso la caída del ministro Jorge Fernández Díaz. Esa sucesión de filtraciones y escándalos había provocado una cierta insatisfacción tanto en un sector interno del CNI como en algunos miembros del Gobierno.
Según fuentes policiales, se trata de una crisis de descomposición que no se resuelve con el traslado a Pekín de la secretaria general, que hasta la fecha había realizado su trabajo diligentemente.
Belén Méndez de Vigo lleva desde los 24 años en el CNI, desde que aterrizara en el Servicio Exterior del antiguo CESID en 1983. Después fue nombrada por el teniente general Alonso Manglano directora de Relaciones Internacionales, cargo en el que se mantuvo quince años, durante los mandatos de Manglano, Félix Miranda y Javier Calderón. Antes de pegar el salto a la Secretaría General en 2012 estuvo destinada en la Embajada de España en Berlín como enlace del servicio secreto alemán BND.
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