Corinna: «¿Que si temo por mi vida? La respuesta es ‘sí’»
–Manuel Cerdán: ¿Cree que es usted «un asunto de seguridad nacional» como la calificó el general Sanz Roldán?
–Corinna Sayn Wittgenstein: ¿Mi caso?
–M. Cerdán: Sí.
–Corinna: En absoluto.
–M. Cerdán: Según una declaración de él.
–Corinna: Sí, esa es la gran fantasía. Porque mientras serví como chivo expiatorio para ese golpe de Estado interno que se estaba planeando, y como chivo expiatorio al que culpar de todo tipo de problemas, nunca estuve en posesión de ningún documento delicado ni de documentos reservados, que yo sepa, relativos a políticos españoles ni a intereses españoles. Si el general Sanz Roldán o el Rey Juan Carlos me hubieran comunicado su inquietud acerca de posibles documentos y me hubieran pedido que los devolviera, lo habría hecho de inmediato. Así que ninguna de esas operaciones encubiertas fueron en realidad necesarias. Pienso que Sanz Roldán se inventó esa leyenda acerca de que yo tenía toda esa información comprometedora para que se autorizara el presupuesto necesario para llevar a cabo esa campaña ilegal de abuso y acoso.
–M. Cerdán: ¿Se siente todavía vigilada por los servicios secretos españoles?
–Corinna: Sí, ¡ya lo creo! De hecho, la campaña se intensificó durante el confinamiento del Covid. Dirigida a nosotros muy agresivamente en nuestra propiedad. Dispararon a las cámaras de seguridad, a las ventanas de la propiedad. Trataron de jaquear las cámaras de CTV. Nos tienen vigilados, tienen a mi equipo vigilado… No tenemos duda alguna de eso. ¿Quién dirige todo esto? Podrían ser ya varias las partes interesadas.
–Eduardo Inda: Si no hubiera intervenido Sanz Roldán, ¿hubiera saltado todo por los aires?
–Corinna: Pienso que Sanz Roldán es sin duda responsable en la destrucción de esa relación. Pero creo que destruir esa relación era su misión porque no me veía bien, y pienso que probablemente no era el único. Lo que cuestiono es que cuando figuras de la clase dirigente no aprueban las relaciones de su Rey, ¿no sería mejor si los hombres tuvieran el valor suficiente para enfrentarse a su número uno, al Rey, en vez de tratar de hundir y destruir a una mujer y a sus hijos?
–M. Cerdán: ¿Teme usted por su vida?
–Corinna: Si tuviera gente disparando a las ventanas de su casa y a sus cámaras de seguridad, seguro que también estaría bastante preocupado. Así que sí, la respuesta es sí. Pero por suerte vivimos en un país en el que se toman muy en serio infracciones así, así que tengo el consuelo de que esto no ocurrirá en el Reino Unido.
Corinna responde de manera categórica sobre los peligros que le acechan. No duda en contestar que teme por su vida. Ello obliga a que la princesa alemana haya tenido que adoptar medidas de seguridad. Se entiende su preocupación porque este verano un desconocido disparó con un rifle contra las ventanas de su residencia campestre. OKDIARIO publica la fotografía con el orificio que dejó el proyectil.
Tras hora y media de entrevista nos despedimos de Corinna. La suite del hotel Connaught, que lleva el nombre del duque de Connaught, el séptimo hijo de la reina Victoria de Reino Unido, ha sido un gran escenario para la primera entrevista de la princesa alemana ante unas cámaras de vídeo.
–E. Inda: Muchas gracias, Corinna.
–M. Cerdán: Muchas gracias.
–Corinna: Gracias, un placer. Gracias por su tiempo.