Xi pasará 6 horas con Macron y le acompañará fuera de Pekín mientras que a Sánchez le dedicó 45 minutos
El presidente chino, Xi Jinping, pasará un total de 6 horas junto al presidente francés, Emmanuel Macron, durante la visita de cuatro días que hará al gigante asiático. Un trato muy distinto a los 45 minutos que Xi le dedicó a Pedro Sánchez, en una única jornada en China, de los cuales, 15 se consumieron haciendo las fotografías protocolarias. Fuentes del Gobierno italiano consultadas por este periódico explican que la previsión es que con Giorgia Meloni también pase varias horas -aunque no tienen la agenda todavía cerrada-.
Macron y Meloni serán los dos siguientes mandatarios europeos que visitarán Pekín en la ronda de contactos que Xi Jinping está manteniendo con Europa de cara a conocer su posición respecto a Ucrania. El presidente español viajó la semana pasada, en un viaje relámpago organizado a última hora, y en el que estuvo poco más de 24 horas en el país. Más allá de los 45 minutos que compartió con el presidente del país, Sánchez llenó su agenda con otras reuniones de menor nivel y su asistencia a un foro económico.
Emmanuel Macron llegó este miércoles a China para hacer de verdad una visita de Estado si se compara con la visita exprés de Pedro Sánchez al gigante asiático la semana pasada. De entrada, el francés ha ido especialmente a Pekín, donde se reunirá ya el Jueves santo con su homólogo chino, Xi Jinping. Las atenciones dadas por la diplomacia china a las autoridades francesas están a años luz del tiempo y forma dado a Sánchez. Xi Jinping estará con Macron aproximadamente seis horas entre este jueves y viernes, mientras que al presidente del gobierno español sólo le dio 45 minutos, sesión de fotos incluida, y un apretón de manos.
Mientras que la reunión de Sánchez con Xi Jinping se organizó tras saber que el jefe del Ejecutivo iba a ir a la conferencia anual del Foro de Bao en China, donde participó el miércoles pasado, el presidente del Gobierno francés ha coordinado su agenda directamente con la del presidente chino. Xi Jinping se reunió con Sánchez porque sacó un hueco después de haber centrado la semana pasada su atención a la visita que verdaderamente importaba al Gobierno chino, esto es, la llegada del presidente brasileño Lula da Silva, que al igual que Macron, va con una delegación sustancial de empresarios.
Pese a que el Gobierno español debe poner todos sus esfuerzos en corregir el desequilibrio comercial con China, acentuado en los años del mandato de Sánchez, y para lo que es indiscutiblemente el concurso de los empresarios, el presidente del gobierno viajó sólo, únicamente acompañado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y de aquel viaje no traslució ningún resultado de la diplomacia económica.
Al contrario que Sánchez, Macron ha llegado a Pekín acompañado por los 60 CEO más importantes en las relaciones empresariales y comerciales con China, porque el francés es consciente de la importancia que tiene colocar los productos nacionales en el mercado chino. Así, va acompañado por los jefes de Airbus y EDF, pues los empresarios tienen la esperanza de firmar contratos importantes y restablecer las relaciones comerciales que se desaceleraron durante la pandemia. En este sentido, el viaje de Sánchez fue una oportunidad perdida.
Macron se ha reunido este miércoles en Pekín con los residentes franceses en la capital antes de las conversaciones de este jueves con su homólogo chino y con el primer ministro chino, Li Qiang, y una cena de Estado prevista para la noche. Sánchez no tuvo ninguna cena ni comida con Xi Jinping, pese a los esfuerzos de la Moncloa de vender el viaje del español como un evento histórico. El viernes, Macron viajará a Guangzhou para reunirse con estudiantes antes de acudir a otra cena de nuevo con el presidente chino. En total, la visita del presidente francés, la primera a China desde la pandemia de Covid, incluirá más de seis horas de tiempo con Xi Jinping, entre reuniones y comidas oficiales.
Un funcionario francés de Exteriores dijo que Macron plantearía diferentes cuestiones relacionadas con derechos humanos, incluido el trato a los uigures y otras minorías. Del mismo modo, discutirá la guerra en Ucrania y el reequilibrio de los vínculos comerciales después de las estrictas regulaciones del Covid, así como la renovación de los vínculos culturales y los viajes, ya que París quiere alentar a los turistas chinos a regresar a Francia.
Pedro Sánchez, por su parte, sacó pecho de haber tratado el tema de Ucrania en su conversación de Xi Jinping, después de que se supiera también que había felicitado al gobernante chino de su nuevo mandato como dictador al frente del país y de felicitarle por su documento sobre la paz en Ucrania.