Internacional
Invasión rusa de Ucrania

La UE acuerda expulsar a varios bancos de Rusia del SWIFT y congelar activos del Banco Central Ruso

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado en la noche de este sábado nuevas sanciones contra Rusia como consecuencia del ataque invasor que Vladímir Putin ha ordenado contra Polonia. La principal medida ha sido, finalmente, la expulsión de algunos bancos rusos del sistema internacional SWIFT, toda vez que Alemania accedió a dar el paso este mismo sábado. Además, se congelarán los activos del Banco Central de Rusia, así como de varios oligarcas rusos.

La decisión ha sido tomada por la Comisión Europea de forma conjunta con Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, junto a Francia -principal impulsora de esta medida-, Alemania e Italia. De momento, no se conocen más detalles del alcance de esta desconexión parcial de esta infraestructura.

La decisión de sacar a Rusia del sistema SWIFT ha sido el gran caballo de batalla durante las últimas jornadas en cuanto a las sanciones a tomar contra Rusia, toda vez que Italia y especialmente Alemania se resistían a tomar esta medida por los inconvenientes que este movimiento podría suponer para sus propias economías, importaciones y exportaciones de bienes rusos.

Los países del Báltico, junto a la propia Ucrania, fueron los primeros y los que más han presionado para que se tomase esta medida, apoyada desde un primer momento por Estados Unidos. El propio Joe Biden reconocía el jueves que esta medida aún no se había tomado por la falta de acuerdo en Europa al respecto.

SWIFT es el acrónimo de Society for World Interbank Financial Telecommunication, y es un proveedor de servicios que certifica de forma segura las transacciones entre bancos de todo el mundo, amén de gestionar la infraestructura para permitir estos movimientos entre diferentes países. En la práctica, un banco sin acceso al sistema SWIFT queda fuera del sistema bancario internacional, con el impacto financiero que esto supone.

Hasta ahora, Irán suponía el único precedente de una expulsión a los bancos de un país de este sistema, en el año 2012. Aquello le costó al país persa perder la mitad de sus ingresos por exportaciones de crudo. En el caso de Rusia, analistas varios habían cifrado el impacto en la economía rusa de esta medida en una reducción del 5% de su PIB.

Ante la perspectiva de que esto sucediera, Rusia lleva tiempo preparando su propio sistema de pagos bancarios, el SPFS, que funciona desde el año 2018 y al que actualmente están adheridas 400 entidades bancarias, 40 de ellas extranjeras. Presumen de contar ya con bancos alemanes, franceses, japoneses, suecos, suizos, turcos y cubanos.