Marruecos podría apoyar militarmente a los países del Sahel

Marruecos
El rey de Marruecos, Mohamed VI (Foto: EFE).

Marruecos ha ido uno de los países, junto a Ghana o Sudán, que han sido invitados a asistir a la cumbre del G5-Sahel. Ha estado representado por su presidente del Gobierno, Saad Eddine El Othmani, que ha agradecido vía Twitter la invitación del presidente de Mauritania, Ould Ghazouani y el presidente de Chad Idriss Déby. Su presencia constataría el interés de Marruecos por la estabilidad y la seguridad de la región, algo que puede acabar repercutiendo en su propio territorio, pese a no compartir frontera con los países más afectados del Sahel.

Es la primera vez que Marruecos asiste a esta cumbre, por lo que se puede presuponer una mayor implicación en la zona. Othmani, en su discurso, manifestó el papel que puede aportar su país al desarrollo regional, especialmente en el apartado de la seguridad. Othmani señaló que «abordará con los países de la región los peligros que amenazan su futuro», además, se comprometió a apoyar las instituciones que el G5-Sahel mantiene en Nuakchot, y contribuir con la formación de oficiales de los países del G5-Sahel en las academias marroquíes.

Hay varios aspectos que podrían motivar la presencia de Marruecos en esta zona de África. Por un lado, la posible conexión entre el Frente Polisario y los grupos terroristas del Sahel, dada la presencia de los primeros en la zona de Argelia que limita con Mauritania y Mali, y de los segundos, también, en la zona norte de Mali. La segunda, podría tener que ver con Francia.

Diferentes motivos, como la presión de la opinión pública tras la muerte de 5 militares franceses en Mali en apenas dos semanas, han casi obligado a que a principios de año se comunicara la intención de retirar efectivos franceses del Sahel, al menos esos 600 efectivos con los que amplió la operación Barkhane en enero de 2020. Sin embargo, la delicada situación que todavía atraviesan los países obliga a posponer un tiempo esa decisión, pues puede echar por tierra 8 años de lucha contra el terrorismo. No obstante, esa salida está sobre la mesa, y París podría estar negociando con países de la región, especialmente Marruecos cuya estabilidad y capacidades están muy por encima de la de los países del Sahel, que ese rol que actualmente realiza Francia casi en solitario sea compartido por otros países de la región, que puedan causar un menor rechazo social.

De esta forma, Marruecos ganaría presencia diplomática y militar en una región en la que Argelia también tiene cosas que decir. De hecho, Argelia asistió también a la cumbre, aunque con autoridades de menor rango. Argel tiene una aproximación a la situación que vive el Sahel diferente a la de París, por lo que Marruecos puede partir con ventaja en ese sentido. Desde Argelia se considera que se debe afrontar el problema con una perspectiva más amplia, no sólo con un gran peso de lo militar, sino atendiendo a los problemas de base que hacen surgir esa violencia.

Francia pone su posible salida en suspenso

Una de las cuestiones más esperadas de la cumbre era si se anunciaría finalmente una salida de las fuerzas francesas, aunque fuera en parte, o si finalmente ésta era pospuesta. A pesar de que tanto Florence Parly, la ministra de Defensa, como Emmanuel Macron, el presidente francés, habían anunciado que los 600 efectivos con los que se decidió ampliar Barkhane en la pasada cumbre de Pau, sería próximamente retirados, esta decisión se ha suspendido por el momento. Preocupa en la región que esta decisión pueda estar marcada por un interés político de cara a las próximas elecciones presidenciales que debe afrontar Macron en 2022.

Pese a que la decisión se ha pospuesto, el presidente francés sí dejó entrever cuáles son sus objetivos de cara al futuro de la presencia militar francesa en la región. Los últimos movimientos apuntaban a que la retirada francesa iría de la mano de un incremento de la presencia de sus socios europeos sobre el terreno, lo que sumado a la ampliación de la EUTM-Mali y el posible interés de otros países como Marruecos, supliría esa disminución de efectivos franceses.

Macron comentó que el escenario que manejan es el de una Task Force Takuba de unos 2.000 efectivos de diversos países europeos, de los que 500 sean franceses. Sin embargo, esa cifra está todavía lejos de alcanzar ya que, ahora mismo, los efectivos europeos apenas son 250, sin contar franceses de Barkhane. En la actualidad, Estonia aporta 40, República checa 60 y la recién incorporada Suecia otros 150, aunque el país nórdico podría ampliar esta cifra en 100 efectivos más. Está previsto que Italia se sume próximamente con otros 200 militares, y hay otros países como Grecia, Países Bajos, Ucrania, Hungría o Serbia que han manifestado interés, pero todavía no hay nada concretado.

Lo último en Internacional

Últimas noticias