El Gobierno sale en defensa de Zapatero: «Sus declaraciones sobre Venezuela no molestan en la UE»

El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha levantado la polémica tras insinuar que la Unión Europea debería cambiar su postura con Venezuela y reconocer el resultado de las elecciones fake en las que, como era de esperar, ha ganado el dictador Nicolás Maduro.

Sus declaraciones han sido muy criticadas por la oposición venezolana, que no entiende la actitud del ex presidente, pero el Gobierno español ha salido en su defensa. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, dice que las palabras de Zapatero «no molestan» en la Unión Europea.

Eso sí, ante el revuelo causado por el duro golpe que sería reconocer a Maduro como presidente legítimo tal y como pide el ex presidente español, la ministra de Exteriores ha querido matizar que Zapatero «habla en su nombre» y no en el del Gobierno de España.

«Yo creo que el presidente Zapatero habla en su nombre, él siempre lo ha dicho y ha sido muy claro al respecto. Yo, personalmente, respeto muchísimo al presidente Zapatero y a su palabra, pero él habla en su calidad individual y personal», ha declarado en una entrevista en la cadena SER.

Zapatero lleva años trabajando como mediador entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. Su labor es muy cuestionada, ya que hay quienes ven que se acerca más al chavismo que a los detractores. De hecho, este domingo participó como observador internacional en unas elecciones legislativas completamente fraudulentas. De manera que legitimó los comicios.

Tras los comicios, el ex presidente de España hizo unas declaraciones en las que pidió a los partidos de la oposición,  que decidieron no concurrir a los comicios por el fraude electoral que suponían, que reconsiderasen su posición e instó a la UE a hacer una reflexión sobre su decisión de no reconocer este proceso electoral.

Zapatero aseguró que «la diplomacia se basa en la resolución pacífica de los conflictos» y pidió que la UE haga una reflexión tras los comicios y evalúe para qué ha servido «la política de sanciones y no reconocimientos». Esto, a su juicio, «nos puede llevar al mayor absurdo de la historia del derecho internacional».

Las reacciones de la oposición venezolana no se hicieron esperar. Juan Guaidó aseguró que el socialista se ha convertido en «cómplice de la violación de derechos humanos» en Venezuela y desde España, Leopoldo López directamente aseguró que «hace una gestión a favor del dictador Nicolás Maduro».

La ministra González Laya dice que las palabras de Zapatero «no molestan» en la UE. Dice que en el tema de Venezuela las voces son «muy plurales» y «hay muchos pronunciamientos», pero lo importante es que los distintos Estados miembros sean capaces de conseguir una postura de consenso, como hicieron el lunes al transmitir, como un «mensaje único», que «estas elecciones, sus resultados y su proceso no se pueden reconocer».

«Pero buscando ir más allá, no quedarnos en decir que no nos parece que el resultado de esta elección se ajuste a las reglas del juego democrático. Queremos ir más allá, porque el problema sigue estando sobre la mesa», ha subrayado.

Laya se queda con las palabras de Zapatero cuando dice que hay que «escuchar atentamente» al pueblo venezolano porque tras dos años de las últimas elecciones en Venezuela, «la situación no ha mejorado». «Es mas, se ha enquistado el problema político y se ha agudizado la crisis humanitaria. Luego algo vamos a tener que hacer», ha añadido.

La ministra cree que hay que «reflexionar con calma» sobre esta cuestión, tanto por parte del Gobierno de Maduro como por parte de la oposición venezolana, para buscar «una mayor unidad» que «va a ser muy útil para poder avanzar hacia una solución política».

«También tendríamos que pedirles, y es lo que desde España pedimos, tanto al régimen como a la oposición, un mínimo de entendimiento para responder a la grave crisis humanitaria en la que se encuentra el país», ha destacado.

Por otro lado, la responsable del Ministerio de Exteriores ha explicado que la UE, que no reconoce la victoria electoral de Maduro, se ha dado de plazo hasta enero para definir su relación con la Asamblea Nacional, donde la oposición se ha quedado sin mayoría, y con el presidente encargado, Juan Guaidó, que la dirigía hasta ahora.

«Es algo que vamos a hacer con calma, con sosiego, buscando mantener la unidad europea y ser consistentes con el Derecho Internacional, pero buscando también enviar una señal política clara con un deseo último de la UE, que es seguir contribuyendo a apoyar los esfuerzos de los venezolanos para alcanzar una solución política a esta cuestión. Está claro que estos dos últimos años no nos han llevado muy lejos», ha manifestado.