Cuba se enfrenta al huracán Matthew que ya se ha cobrado 15 víctimas mortales en América Latina

Cuba se enfrenta al huracán Matthew que ya se ha cobrado 15 víctimas mortales en América Latina
AFP

Ciudades desiertas con árboles podados. Semáforos, avisos y antenas desmontados. Y la gente obediente en casas y albergues, conteniendo el aliento: Cuba enfrentaba este martes la furia de Matthew, el poderoso huracán que pone a prueba su sistema contra desastres.

El ciclón de categoría 4, en la escala de Saffir-Simpson de cinco niveles, irrumpió con fuerza en Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, con vientos sostenidos de 225 km/h

El intenso sol que castiga casi todo el año a esta ciudad de 200.000 habitantes desapareció poco antes de su llegada. El fenómeno trajo intensas lluvias y desató olas de más de cinco metros.

«Tengo comida para hoy y mañana, después veremos. El gran temor que tengo es que el río Guaso crezca y barra con todo», dijo Roberto Portes, un guardia de un parque de diversiones, de 63 años de edad, que vive en una casa con techos de zinc, a 200 metros de la ribera.

Portes salió a buscar ron en la tarde. Vive solo y era uno de los pocos que transitaba por las calles antes del ingreso de Matthew, el temible huracán que a su paso por Haití y República Dominicana mató a por lo menos quince personas, destruyendo decenas de casas.

«Extremadamente peligroso», el ciclón supone la mayor prueba para el dispositivo de alerta y prevención de emergencias desde 2012, cuando el huracán Sandy, de categoría 2, golpeó el oriente de la isla, dejando 11 muertos y gran destrucción en Santiago de Cuba.

Preparación antes de la tempestad

Desde el fin de semana, brigadas militares de la Defensa Civil, el organismo que asume el mando en situaciones como ésta, organizan evacuaciones, podan árboles, bajan antenas, semáforos y retiran todo aquello que pueda convertirse en un proyectil por la fuerza de los vientos.

Un panorama similar se veía en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más poblada de esta isla de 11,2 millones de habitantes.

Hasta la noche del martes se había forzado la evacuación de casi 1.318.000 personas en la zona de oriente.  De ellas «372.885 están en centros de evacuación y el resto, 944.886, en otras viviendas», precisó el número dos de la Defensa Civil, Luis Ángel Macareño, a la televisión estatal.

El presidente Raúl Castro se encuentra en Santiago de Cuba al frente del operativo. Además de Guantánamo y Santiago de Cuba, están bajo alarma ciclónica las provincias de Camagüey, Holguín, Granma y Las Tunas.

«Los cubanos tienen un nivel ejemplar de preparación con respecto a la región. Basta con mirar las cifras de vidas salvadas en los pasados ciclones», dijo Jerome Faure, director en Cuba de la ONG humanitaria Oxfam.

«Pastillita» para los nervios y una vela para rezar

En los últimos 15 años la isla ha sido azotada por 11 huracanes de gran intensidad que dejaron 42 muertos.

«El sistema está muy bien organizado en torno a la defensa civil y a nivel municipal, existen centros especializados en la gestión de riesgos. En Santiago de Cuba, por ejemplo, las organizaciones populares y los gobiernos locales están movilizados para evacuar a las personas y proteger el equipo y los recursos», precisó Faure.

Este martes un viejo auto soviético con un altavoz recorría insistentemente las calles de Guantánamo. De adentro salía una voz llamando a «mantener la calma» y protegerse en viviendas seguras de vecinos.

La solidaridad es uno de los pilares del dispositivo cubano contra huracanes.

Barbara Osoria, 73 años, vive en una vivienda colonial de Guantánamo. Cuando empiecen los vientos esta ama de casa y su hijo Alexis Vigó, un desempleado de 45 años, pondrán trancas en puertas y ventanas.

«¡Cómo no voy a temer con todo lo que ha hecho en Haití! Esto no es fácil, con esto no se juega», declara Osoria a la AFP. Además de algunos alimentos, compró una «pastillita» para los nervios y una vela para rezar.

 

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