Las claves por las que Putin no ha logrado tomar Kiev tras 10 días de invasión
El general de División en la reserva Alberto Asarta ha dado su opinión en OKDIARIO sobre la invasión de Ucrania y los problemas a los que se enfrenta el ejército ruso y Putin en su lento avance hacia las ciudades más importantes del país. Para el general Asarta la invasión se enfrenta a varios problemas que resume: «los rusos han subestimado al pueblo ucraniano, donde cada hombre con un coctel molotov y una metralleta detrás de una pared se ha convertido en un soldado heroico que ataca y ralentiza cada intento ruso».
El general Alberto Asarta, actual diputado por Vox, sabe bien de lo que habla porque ha participado en misiones internacionales en El Salvador, Bosnia, Líbano, donde fue comandante en jefe de las fuerzas de Finul (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano) y en Irak. El general Asarta es el mando español que más efectivos ha tenido bajo su responsabilidad durante una misión internacional. Asarta fue condecorado con la Medalla del Mérito Militar con distintivo rojo por su actuación en la batalla de Nayaf, defendiendo primero la base Al Ándalus y luego organizando el rescate de tropas salvadoreñas asediadas en un emplazamiento de la ciudad. Además, posee la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo y la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
No es la guerra relámpago
Cuando el pasado 24 de febrero Rusia invadió Ucrania parecía que los rusos iban a protagonizar algo más que un paseo militar. Sin embargo, conforme pasan los días los avances hacia Kiev se han detenido. Un convoy de 60 kilómetros de largo permanece estacionado a la espera de órdenes, según han comprobado la inteligencia de Estados Unidos que por satélite y demuestran las imágenes distribuidas por redes sociales.
Día 1: 24 de febrero
El presidente ruso Vladimir Putin dice que el motivo de la invasión es la «desmilitarizacion y desnazificación de Ucrania». Entonces, los rusos entran desde el este del país, en la zona del Donbás, prorrusa e independentista y en guerra desde 2014. Tropas rusas también cruzan desde Crimea y cercan la ciudad de Járkov, la segunda más grande del país. Por el norte entran desde Bielorrusia hasta las inmediaciones de la ciudad de Sumy. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski declara la ley marcial en todo el país y se prepara para repartir 10.000 fusiles entre los civiles ucranianos, que huyen de Kiev en tropel y congestionan las carreteras. Polonia abre sus fronteras a los civiles ucranianos y el resto del mundo anuncia sanciones económicas contra Rusia. Comienzan los combates en Chernóbil.
«La verdad es que todos nos equivocamos, yo me incluyo y nunca pensamos que Putin se atrevería a una invasión. Creo que Rusia jugó con esa primera sorpresa y avanzó todo lo que pudieron. Incluso los americanos estimaron que el conflicto duraría cuatro días y ya vamos por el décimo», explica el general Asarta y añade que ahora mismo «hay muchas desinformación o información interesada. Una columna de camiones desde el aire puede estar en Ucrania o no estar allí».
Día 2: 25 de febrero
Por la mañana los rusos están a 40 kilómetros de Kiev. Los ucranianos llaman a la defensa incluso con con cócteles «molotov». El alcalde de Kiev, el conocido boxeador Vitali Klitschko, se convierte en un símbolo de la resistencia y se retrata ataviado con uniforme militar.
Intentando infundir temor, Rusia anuncia que envía a tropas chechenas para tomar Kiev a la misma vez que Putin llama a los ucranianos a alzarse contra su gobierno y los llama «banda de drogadictos neonazis». Tras una larga batalla se toma la central nuclear abandonada de Chernobyl. En este segundo día queda claro que Rusia no tiene la superioridad aérea total y el ejército ucraniano puede lanzar contraofensivas todavía.
«La falta de superioridad aérea es clave, porque existe lo que llamamos «temor de combate» que surge cuando tú piensas que vas a darte un paseo con apoyo de tus aviones que te resolverán cualquier inconveniente que tengas desde tierra y hasta ahí todo bien. Pero cuando empiezas a encontrar gente detrás de cada piedra que te hacen frente con todo lo que pueden, pues eso ya no es un paseo y los soldados rusos también tiene miedo», explica Asarta.
Día 3: 26 febrero
Rusia tiene dudas. Las principales ciudades no caen y el Gobierno de Kiev ha logrado subir la moral de su pueblo. Putin acepta negociar en Bielorrusia. Llegan las primeras imágenes de blindados y tanques rusos abandonados en cunetas sin combustible por el problema de suministros. Por la noche los rusos intentan tomar Járkov con tanques pero son rechazados. Putin pone en alerta sus fuerzas nucleares.
«Y teniendo en cuenta el tipo de persona que es Putin, impredecible e inesperado en sus decisiones, esto no es buena noticia», asegura el general.
Día 4: 27 de febrero
Es el día de la invasión que el ejército ruso sufrió más bajas. Kiev resiste y evacua a miles de civiles por tren, Járkov en el este también resiste. Los rusos amenazan Odesa por mar. Drones ucranianos de fabricación turca bombardean columnas rusas.
Por la noche Turquía informa de que cierra los estrechos del Bósforo y Dardanelos a la marina de Putin invocando la convención de Montreux de 1936. Se congelan los activos del Banco Central Ruso fuera de Rusia, unos 643.000.000.000 millones de dólares aproximadamente. El rublo cae en picado y «Anonymus» comienza a atacar las webs del gobierno ruso.
El general Asarta cree que «Rusia ha cometido subestimado la capacidad de defensa de Ucrania y ahora, haciendo un simil deportivo, podemos decir que Putin nota en la nuca el aliento del resto del mundo».
Día 5: 28 de febrero
El presidente Zelenski firma la petición de adhesión a la Unión Europea. Moscú amenaza de nuevo con armas nucleares. España dice que no va a mandar armamento a Ucrania, sólo armas defensivas. Rusia comienza a bombardear núcleos urbanos masivamente y las bajas civiles se disparan. En Járkov los vecinos se echan a la calle para impedir el avance de los carros de combate.
Día 6: 1 de marzo
Los civiles ucranianos siguen preparando cócteles molotov para defenderse de la invasión, mientras el ministerio de Defensa ruso habla de «ataques de alta precisión». Comienzan a bombardear la torre de comunicaciones de Kiev, de 385 metros de altura, sin lograr derribarla, aunque cortan la emisión de televisión durante unas horas.
Los rusos piden a los ucranianos que abandonen las ciudades porque van a recrudecer sus ataques. Zelenski da un emotivo discurso ante la Unión Europea. La Corte Penal Internacional comienza a investigar a Rusia y a Putin por crímenes de guerra y lesa humanidad.
«La voluntad de vencer es muy importante en esta guerra y los que defienden su patria tienen ventaja, porque seguro que el soldado ruso cumple órdenes, pero no quiere estar allí. Esos soldados tienen esposas, hijos y madres que además no quieren a sus hijos en una guerra», explica el general Asarta.
Día 7: 2 de marzo
La Inteligencia de Estados Unidos confirma que un convoy de más de 60 kilómetros de tropas rusas está acercándose a Kiev y además, los rusos toman la ciudad de Jersón, al sur de Ucrania. La capital del país sufre la peor noche de bombardeos. Rusia busca acelerar el fin de la invasión. El presidente Pedro Sánchez rectifica y anuncia que mandará «material militar ofensivo» a Ucrania.
El general Asarta opina que en realidad «el armamento que hemos enviado es más autodefensivo que otra cosa, aunque es cierto que una bala mata, pero es material más autodefensivo que ofensivo».
Día 8: 3 marzo
Se reanudan las conversaciones entre ambos países. Al final del día acuerdan formar corredores humanitarios para desalojar población civil de las ciudades destruidas. Odesa se prepara para repeler un posible desembarco de tropas rusas desde el mar. Kiev está sitiado. La Policía rusa detiene en San Petersburgo a Yelena Osipova, que sobrevivió al cerco Nazi de Leningrado. La anciana de 90 años se manifestaba contra la invasión en Ucrania. Rusia pierde la guerra propagandística por goleada.
Día 9: 4 de marzo
De madrugada los rusos logran tomar la central nuclear de Zaporiyia después de incendiar un edificio anexo con los bombardeos. Las fuerzas rusas intensifican los ataques contra Odesa y Mariúpol. Tras la toma de Jersón es fundamental para ellos tomar las ciudades de Berdiansk, Odesa y Mariúpol y así tener bajo control el sur.
El general Alberto Asarta resume la situación: «A Putin se le ha puesto muy difícil la invasión porque el pueblo ucraniano se ha defendido muy bien, un hombre con un cóctel molotov y una metralleta detrás de una pared puede ralentizar un avance». Añade que en el futuro «podemos llegar a lo que ocurrió en Irak, la intervención de una fuerza multinacional que intente restablecer el orden legal» y sobre la toma de Kiev el general augura que «va a costar muchas vidas al ejército ruso, porque ahora cada vez que un soldado ruso da un paso va con mucha precaución y mira en cada rincón y en cada casa porque no sabe donde puede salir un disparo o un coctel molotov y eso les hace ser más lentos. Los rusos han subestimado la capacidad de defensa de Ucrania».