El antes y el después del hospital infantil de Mariúpol reducido a cenizas por el ejército de Putin
Lo que antes de la guerra era un hospital maternal-infantil a pleno rendimiento, que bajó su actividad con la llegada de la invasión, es ahora poco menos que un agujero humeante en el suelo de Mariúpol, bastión ucraniano al sur del país. Un amasijo de hierro y escombros. Los misiles de crucero rusos, los que se han señalado como culpables del ataque contra este hospital que ha conmocionado al mundo, dejan un antes y un después que los propios ucranianos recuerdan en fotografías que ya se están haciendo virales. Se han contabilizado tres víctimas mortales (dos de ellos niños) y numerosos heridos graves, incluidas mujeres que se encontraban de parto en el momento del ataque.
Una sala con camillas y una incubadora, convertida en una nube de escombros sobre la que caminan soldados ucranianos. Una sanitaria del hospital maternal tratando de escapar atravesando un pasillo derruido, con el techo desplomado y con todos los cables colgando donde antes había una alfombra de juegos y un mural con manos de niños. Una fachada verde pistacho con vistas a un jardín que ahora es tierra quemada por el explosivo de la bomba lanzada por Rusia este miércoles contra las instalaciones.
Esas son algunas de las imágenes con las que los ucranianos quieren recordar la tragedia vivida en Mariúpol y con las que reclaman a la UE y a la OTAN, como ha hecho el presidente Volodomir Zelenski, una no fly zone. Es decir, un área de vuelo restringido que evite que las aeronaves rusas puedan sobrevolar esa zona.
Castigo ruso a Mariúpol
«¡Una atrocidad! ¿Cuánto más va a estar el mundo ignorando este terror de forma cómplice? ¡Cierre el espacio aéreo ya! ¡Paren los asesinatos! Tenéis poder para ello, pero estáis perdiendo la humanidad», ha asegurado Zelenski a través de su canal de Telegram.
Es en estos momentos una de las ciudades más afectadas por la artillería rusa, ya que se interpone entre los frentes que unirían la línea costera entre el Dombass y la ciudad conquistada de Jersón. Un enclave estratégico para el avance ruso ya que conseguiría crear un corredor entre territorio ruso y la península de Crimea.
De hecho, la población civil de Mariúpol es una de las que más está sufriendo las consecuencias de la invasión, ya que los bombardeos rusos no han cesado a pesar de ese alto el fuego anunciado por Moscú. Los corredores humanitarios no han funcionado y aún siguen en la localidad miles de civiles que no han podido escapar.