Entrenamiento

¿Cómo saber si estás entrenando demasiado fuerte?

¿Cómo saber si estás entrenando demasiado fuerte? Te damos las claves para que analices si quizás te has pasado con el entrenamiento que estás realizando.

entrenando demasiado fuerte
Pasos para saber si estás entrenando demasiado fuerte

Entrenar es una de las claves para poder mantenerse en forma y aunque hacer un poco de ejercicio a diario es del todo recomendable, lo cierto es que en ocasiones puede que se nos vaya de las manos. Veamos a continuación una guía de pasos en la que te explicamos Cómo saber si estás entrenando demasiado fuerte.

Sin llegar a problemas mayores como en el caso de la vigorexia, el entrenamiento constante puede acabar pasándonos factura. Aunque estés entrenando para mantenerte en forma, bajar de peso o liberar estrés, puede que en realidad tanto entrenamiento tan solo te lleve a forzar tu cuerpo y con ello provocarte una lesión. Veamos entonces cómo saber si quizás te has pasado con el entrenamiento y cómo reducir el ritmo.

Pasos para saber si estás entrenando demasiado fuerte

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  1. Una de las primeras cosas que debes saber para comprobar si quizás estás teniendo un entrenamiento excesivo, es que notes que tal vez te has obsesionado un poco con el entrenamiento ya que apenas dejas que el cuerpo descanse. Si es así notarás además como el estrés en los músculos, las articulaciones y los huesos causa fatiga y dolor que finalmente afecta el rendimiento, es decir que has «forzado tanto la máquina» que cada vez te cuesta entrenar más.
  2. Al margen de los músculos y articulaciones, otra de las señales de que tal vez has entrenado demasiado fuerte es que tu cuerpo se siente dolorido durante varios días seguidos. Es normal que tras entrenar, notes algo de dolor y cansancio, pero si han pasado dos días y sigues notando dolor es que tal vez no estés entrenando al ritmo que deberías.
  3. Por otro lado, debes tener en cuenta también cuando el dolor es unilateral , es decir, si un grupo muscular o articulación en un lado del cuerpo está dolorido después de un entrenamiento, pero no el otro. Esto podría ser una señal también de que has sobrecargado tu cuerpo, aunque solo sea uno de los lados.
  4. Al margen de lo que notes en tu cuerpo o en tus músculos y huesos, debes pensar en qué significa el ejercicio y el entrenamiento para ti. Si este se encuentra en tu lista de prioridades y ocupa todo tu tiempo libre y no deja espacio para nada más, algo no funciona. Si te sientes culpable o ansioso en los días de descanso, recuerda que estos días son una parte importante de cualquier plan de entrenamiento y que dependiendo del tipo de entrenamiento que lleves a cabo debes estar al menos dos días seguidos sin hacer nada de ejercicio.
  5. Para no acabar forzándote demasiado, y una vez te hayas dado cuenta de que realmente estás entrenando demasiado, debes volver a empezar con el ejercicio como hiciste al principio. Comienza con ejercicios suaves y sencillos pero sin ir a más en ese mismo momento. Debes reducir al máximo la actividad e ir introduciendo más ejercicios de manera lenta y progresiva.
  6. Has de tener además mucho cuidado con el hecho de entrenar excesivamente en una sola área del cuerpo ya que puedes causar un desequilibrio, con una parte de tu cuerpo que estará más desarrollada o mucho peor, que te acabes lesionando.

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