¿Cómo se hace?
Sandalias

Cómo quitar las huellas de las sandalias

Las sandalias son uno de los calzados imprescindibles durante el verano, por su capacidad para mantener nuestros pies frescos, ya sea que nos desplacemos por la ciudad, como que vayamos a la playa. Evidentemente, este uso constante hace que las mismas puedan sufrir ciertas manchas, y eliminarlas cuanto antes es clave para su durabilidad y estética. Destacamos cómo quitar las huellas de las sandalias.

Ese rastro de diferentes sustancias que pudieran mancharlas generalmente se quita con un poco de esfuerzo, aunque es imprescindible prestar atención a las  características del calzado, como por ejemplo de qué materiales están hechas para, de ese modo, saber cómo borrarlas.

Lo que debes tener en cuenta para quitar las huellas de las sandalias

Esto tiene más sentido aún cuando estamos hablando de sandalias nuevas, que hemos adquirido en las últimas semanas, y que queremos preservar en perfecto estado durante bastante tiempo para que esta inversión que hemos realizado valga la pena, como mínimo, hasta el próximo otoño.

¿Cómo limpiar sandalias según su material?

Limpiar sandalias de gamuza

El papel de lija es tu mejor aliado si pretendes quitar las huellas de unas sandalias de gamuza, pasándola suavemente por encima de la superficie afectada, hasta que veas que la suciedad lentamente se retira. Para finalizar, puedes aplicar algún producto específico de gamuza, hecho para darle recubrimiento a la tela.

De cuero

En este caso, el cuero es otro material delicado, por lo que primero debemos averiguar de qué tipo de cuero estamos hablando. Deja caer una gota de agua y, si ésta resbala en la superficie, es tratado. Probablemente lo sea porque el cuero tratado es el más habitual en la industria textil.

Aclarado esto, puedes usar bicarbonato de sodio como con el cuero natural, pero debes retirarlo con sumo cuidado con un trapo humedecido con agua y con vinagre para deshacerte de todos los restos.

Sandalias de plástico

Las sandalias para el agua o chanclas, que están fabricadas en plástico, pueden incluso meterse en la lavadora, por lo que no requieren de mayores precauciones que rociarlas con desodorante cuando ya se han secado. Otra opción es pulverizar con gotas de árbol del té, para evitar los malos olores.

Sandalias de corcho

La limpieza de éstas no es nada complicada, ya que sólo necesitarás agua caliente, un cepillo con púas y jabón para corcho, que puedes preparar tú misma en casa de manera artesanal.

Unta tus sandalias con el jabón humedecido con agua caliente, moja el cepillo en el agua, y frota delicadamente la suela de corcho, sin ejercer demasiada fuerza, sino deslizando sin ninguna prisa. Para concluir, enjuaga las sandalias con agua fría y, si hace falta, repite el procedimiento hasta que no queden evidencias de la huella.